El director general de la organización ‘Responsabilidad y Sostenibilidad’, Miguel Ángel Rodríguez, consideró hoy la nueva Ley de Igualdad aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como «un incentivo» para las empresas, a las que animó a convertir esta nuevo «reto» u obligación legal en «oportunidad».
Durante la presentación esta mañana en Madrid de una nueva publicación del Club de Excelencia en Sostenibilidad titulada ‘La igualdad en el marco de la responsabilidad corporativa’, Rodríguez alertó del riesgo de contemplar la igualdad «de una forma estrecha», evitando así ver la obligación de ésta como un beneficio para la compañía. «Si ampliamos el foco, veremos que esta nueva obligación legal va a ser un incentivo para mejorar la organización. Hay que convertir este nuevo reto en oportunidad», insistió.
Martínez estuvo acompañado en el Hotel Westin Palace de la capital por el presidente y el secretario general del Club de Excelencia, Eduardo Montes y Juan Alfaro, así como por el director general de la Fundación Adecco, –tambien colaboradora del libro–, Francisco Mesonero. Precisamente, y según las palabras del director de Adecco Human Capital Solution, Carlos Viladrich, este libro «aborda las tres grandes áreas de esta nueva ley: la jurídica, la de Recursos Humanos y gestión de personal, y finalmente la idea de que «atraer, retener y fidelizar el talento no tiene nada que ver con el sexo».
Y es que a su juicio,»la mera existencia de diversidad en una empresa no garantiza la mejora de la organización». «Debe ser el enfoque global de la igualdad lo que genere valor a la compañía, porque su mera existencia no produce valor; para que lo haga tiene que estas correctamente gestionada», añadió Viladrich. Asimismo, «la dirección de RRHH no puede actuar sola en este sentido», dijo. «Ésta debe ser un proyecto de toda la organización y el convencimiento debe ser general si lo que se desea es generar con ello valor y conseguir una verdadera ventaja competitiva», aseveró, añadiendo que «de no ser así se sacará muy poco provecho más allá del mero cumplimiento de la ley».
Por su parte, el socio director de Garrigues Abogados, Alonso Martínez Escribano, defendió la idea de que esta ley «no debe ser contemplada por las empresas sólo como una prohibición más a la que hacer frente, sino como la oportunidad de implantar una gestión de RRHH para la igualdad».
Es por ello que la ley establece, no sólo la prohibición de discriminar laboralmente por razón de sexo, sino la obligatoriedad de garantizar la igualdad real y efectiva en las organizaciones empresariales. «Por ello, no sólo prohibe discriminar a la hora de que las mujeres pidan un empleo, sino que pide iniciativas que fomenten las vocaciones para el aumento en el ingreso de mujeres en las empresas», remarcó Escribano, que añadió la promoción interna en igualdad, y la garantía de igualdad real también en las condiciones de trabajo.
Este cambio sustancial y cualitativo sólo tendrá sentido si se aborda desde las empresas con la idea de ir más allá de los límites legales», defendió. «Es semejante a la prevención laboral; que sólo existirá si existe en la empresa una verdadera cultura de prevención»; dijo, «en este caso, «debe existir una auténtica cultura de igualdad dentro de la organización», pero además, «debe ser compartida por todos los agentes sociales». Todos los asistentes coincidieron en la idea de que la igualdad «es un deber de todos, no sólo de las empresas».
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