El cambio empieza desde arriba. Empezando por las instituciones, como la Unión Europea, que acaba de anunciar su compromiso de neutralidad climática para 2050. Esto exigirá una transformación de la economía europea sin precedentes.
El segundo paso del cambio viene por parte del mundo empresarial. Ya durante la cuarentena nos dimos cuenta del impacto que nuestro modo de trabajar afectaba al medioambiente. Por ello, a la hora e la desescalada tenemos que tener esto en cuenta para implementar un modelo de trabajo híbrido sostenible:
1. Apuesta por un modelo de trabajo flexible
En este periodo de vuelta a la rutina, tanto RRHH. como empleados se hacen la misma pregunta : ¿Es realmente necesario que todos los empleados acudan a la oficina todos los días?.
La respuesta en la mayoría de los casos es, no. Las organizaciones deberían estudiar la posibilidad de ofrecer una política de trabajo flexible si es una opción viable, barajando entre las distintas alternativas de colaboración.
Al realizar un porcentaje significativo de forma híbrida—a través de terceros espacios o desde casa— no sólo se ahorra la empresa los costes de electricidad y mantenimiento, y evita atascos a sus empleados, sino que así ambos reducen su huella de carbono.
2. Cultura, cultura, cultura
Otro de los pilares a la hora de lograr una empresa sostenible es promover el reducir, reusar, reciclar a nivel organizacional. Aquí te damos algunas ideas para promover la sostenibilidad dentro y fuera de la oficina:
- Colocar cestas para la recogida selectiva
- Añadir un cubo de compostaje sellado para los residuos orgánicos
- Animar a los empleados a usar medios de transporte respetuosos con el medio ambiente (bicicletas, coches eléctricos o transporte público)
- Reducir el uso de papel. El trabajo híbrido fomenta la comunicación escrita digital en la empresa, disminuyendo drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero de la empresa.
- Usar plantas reales para decorar, ya que dan un aire más limpio y purificado, mejorando la salud de los empleados y con relación directa el aumento de la productividad.
3. Mide el consumo energético en la oficina
En general, no hay razón por la que una fuente de electricidad deba dejarse encendida por la noche. Por ello, muchas empresas utilizan sensores para que las luces se apaguen automáticamente cuando no se detecta movimiento. Al mismo tiempo, las bombillas estándar pueden sustituirse por LED, ya que consumen un 75% menos de energía para la misma potencia.
La luz natural y pintar las paredes de color claro son también excelentes soluciones que garantizan un menor consumo de energía y aumentan la productividad de los empleados. Dependiendo del presupuesto operativo, también se podría considerar usar fuentes de energía verde como la solar o la eólica.
Entre las numerosas ventajas que implica un lugar de trabajo híbrido, está el impacto positivo a largo plazo en el medio ambiente. Con menos empleados acudiendo a la oficina cada día, las emisiones en transporte y en mantenimiento de oficinas se reducen.
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