Cada vez son más las empresas que integran en sus negocios una gestión estratégica de la sostenibilidad, que poco a poco va calando de forma transversal en todas las áreas del negocio. La regulación es el principal estímulo de esa transversalización, pero todavía hay grandes diferencias entre organizaciones, muy relacionadas, en muchos casos, con el sector económico al que pertenecen. APlanet, startup especializada en tecnología aplicada a la gestión de la sostenibilidad en el entorno corporativo, ha detectado este año un interés creciente por avanzar en el camino hacia el ideal de empresa sostenible y responsable.
‘El concepto de sostenibilidad se encuentra en un momento de efervescencia. Si bien la motivación inicial para muchas compañías pueden ser los requerimientos regulatorios, cuando se dan cuenta de que una gestión adecuada de la sostenibilidad no solo representa una ventaja competitiva, sino también una oportunidad de negocio, van pasando de la obligación a una cierta convicción de que una no evolución en este sentido puede significar quedarse fuera del mercado’, apunta Laura Sánchez Navarro, directora global de Customer Success de APlanet.
La experta en sostenibilidad asegura que sus clientes perciben cada vez más que sus grupos de interés (inversores, clientes, empleados, etc.) les exigen que vayan más allá de lo financiero, y para ello necesitan dotarse de las estructuras adecuadas y de procedimientos de gestión sólidos. ‘El camino es largo, pero lo importante es avanzar con paso firme, y sin duda este año hemos notado ciertos indicios de madurez en muchas de las empresas que utilizan nuestra herramienta de gestión. Por ejemplo, en la definición de nuevas tipologías de indicadores monitorizados, que ya van mucho más allá de lo obvio y aterrizan en KPIs íntimamente relacionados con el negocio’, explica.
De cara a 2022, APlanet percibe tres grandes retos para que las organizaciones continúen mejorando en la gestión de la sostenibilidad:
- Involucrar a todos los actores y departamentos de la compañía. Al tratarse de una estrategia multidisciplinar esto es fundamental, pero da lugar a dificultades relacionadas con la naturaleza diversa de las acciones e iniciativas empresariales llevadas a cabo por las diferentes áreas y sus propios indicadores o medidores de desempeño, así como con la descentralización de las fuentes de información.
- Concienciar de la influencia que tiene en el negocio. Para poder acometer esas dificultades, la clave está en convencerse de su verdadera importancia, que va mucho más allá de la normativa, ya que repercute directamente en el mejor funcionamiento y evolución de la compañía. La empresa que optimiza procesos, reduce costes, aporta impacto positivo a la sociedad y el medio ambiente y cuida a las personas es más atractiva para inversores y clientes, y también para captar talento.
- Consolidar un equipo humano especializado. Los especialistas en Sostenibilidad son muy valorados, porque al tratarse de un nuevo sector laboral cada vez más demandado existe todavía una cierta escasez de estos perfiles profesionales. Para que la estrategia de sostenibilidad sea sólida y esté conectada de forma eficaz con el negocio es necesario contar con expertos capaces de aportar una visión holística a su gestión.
‘2022 será el año en que se implanten las medidas para dar respuesta a los requerimientos de las novedades regulatorias europeas que ha habido este año, como la nueva Directiva sobre información relativa a sostenibilidad empresarial (CSRD), el Reglamento de Divulgación en materia de finanzas sostenibles (SFDR) o la Taxonomía. Las empresas deberán estar pendientes de ello, pero lo más importante para acometer cualquier necesidad que venga impuesta desde fuera es contar dentro con un proyecto, una estrategia y un equipo de sostenibilidad sólidos y rigurosos’, concluye Laura Sánchez.
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