El objetivo de CERO emisiones de CO2 marcado para 2050 aquel 12 de diciembre de 2015 tuvo como fin reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático y supuso todo un hito a nivel internacional. Fue un acuerdo global histórico, como pone de manifiesto el hecho de que se hayan presentado 190 planes de lucha contra el cambio climático, que cubren alrededor del 99% de las emisiones de todas las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC).
El Acuerdo de París tiene como objetivo principal limitar el incremento de la temperatura global a 2ºC, con la aspiración de que no supere el 1,5ºC respecto al periodo preindustrial. El Acuerdo no se queda en la fijación del objetivo, sino que marca el camino para alcanzarlo, e introduce la condición de neutralidad carbónica, que en el caso de economías desarrolladas deben alcanzarse en 2050.
Para Endesa, supuso un reto en materia de cambio climático sin precedentes, con el establecimiento de objetivos ambiciosos en materia de cambio climático y ya en su plan estratégico 2017-2019 fijó su primer compromiso de tener una generación eléctrica cero emisiones de CO2 en 2050. Gracias al gran esfuerzo y al compromiso de la compañía, en apenas 5 años desde la entrada en vigor del Acuerdo de París, Endesa ha reducido sus emisiones un 70% desde 2015 y un 82% desde 2005, cuando entra en vigor Protocolo de Kioto
Pero »estamos viviendo un momento crítico, en el que las evidencias científicas y la ambición en los nuevos objetivos climáticos está provocando una actualización integral de la legislación, que sin duda afecta a todos los sectores económicos. Las empresas debemos estar a la altura de las circunstancias y realizar cambios significativos en nuestras operaciones, impulsando planes de transformación sostenible», según Jorge Pina, director de medio ambiente de Endesa.
Por eso, Endesa trabaja en aumentar la ambición de sus objetivos, queriendo dar respuesta a las necesidades de la sociedad y del planeta y en el nuevo plan estratégico 2022-2024, presentado en noviembre, ha actualizado su apuesta por la transición energética con una renovada visión a 2030 y un nuevo hito clave: adelantar una década su completa descarbonización, que ahora llegará en 2040.
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