En la firma del acuerdo, el director general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Ismael Aznar, y el vicerrector de Investigación y Postgrado, de quien depende el departamento de Sostenibilidad UFV, Alberto López Rosado estuvieron acompañados por el Gerente de la Universidad, José Luis Machetti y el decano de la Facultad Jurídica y Empresarial, Javier de Cendra. Posteriormente, mantuvieron una conversación más distendida a la que se incorporaron la directora del Centro de Documentación Europea, Eva Ramón, y el investigador y profesor José Luis Parada, responsable del proyecto de investigación de circularidad del mercado de Vallehermoso.
La Universidad Francisco de Vitoria se convierte así en la primera universidad española que se adhiere a este pacto, sumándose a otras 383 instituciones más.
Este Pacto se desarrolla a través de diversas acciones más concretas que se resumen en el siguiente decálogo:
1. Avanzar en la reducción del uso de recursos naturales no renovables, reutilizando en el ciclo de producción los materiales contenidos en los residuos como materias primas secundarias siempre y cuando quede garantizada la salud de las personas y la protección del medio ambiente.
2. Impulsar el análisis del ciclo de vida de los productos y la incorporación de criterios de ecodiseño, reduciendo la introducción de sustancias nocivas en su fabricación, facilitando la reparabilidad de los bienes producidos, prolongando su vida útil y posibilitando su valorización al final de ésta.
3. Favorecer la aplicación efectiva del principio de jerarquía de los residuos, promoviendo la prevención de su generación, fomentando la reutilización, fortaleciendo el reciclado y favoreciendo su trazabilidad.
4. Promover pautas que incrementen la innovación y la eficiencia global de los procesos productivos, mediante la adopción de medidas como la implantación de sistemas de gestión ambiental.
5. Promover formas innovadoras de consumo sostenible, que incluyan productos y servicios sostenibles, así como el uso de infraestructuras y servicios digitales
6. Promover un modelo de consumo responsable, basado en la transparencia de la información sobre las características de los bienes y servicios, su duración y eficiencia energética, mediante el empleo de medidas como el uso de la ecoetiqueta.
7. Facilitar y promover la creación de los cauces adecuados para facilitar el intercambio de información y la coordinación con las administraciones, la comunidad científica y tecnológica y los agentes económicos y sociales, de manera que se creen sinergias que favorezcan la transición.
8. Difundir la importancia de avanzar desde la economía lineal hacia una economía circular, fomentando la transparencia de los procesos, la concienciación y sensibilización de la ciudadanía.
9. Fomentar el uso de indicadores comunes, transparentes y accesibles que permitan conocer el grado de implantación de la economía circular.
10. Promover la incorporación de indicadores del impacto social y ambiental derivados del funcionamiento de las empresas, para poder evaluar más allá de los beneficios económicos que se generen en las mismas, como consecuencia de su compromiso con la economía circular.
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