La peor crisis del sector turístico y de la historia de la hotelera RIU no ha detenido el compromiso social de la compañía con sus aliados en el tercer sector. Desde 2020 hasta hoy, RIU Hotels ha dirigido 1.593.017 euros a la inversión social dentro de su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa, departamento del que es responsable su consejera delegada, Carmen Riu, y cuyo trabajo se centra en el apoyo a programas de salud y desarrollo en las comunidades locales donde operan sus hoteles.
Con el comienzo de la pandemia en marzo de 2020, la cadena hotelera se vio obligada a cerrar el 100% de sus hoteles, una situación que en un primer momento paralizó toda la actividad de la compañía, así como los objetivos definidos por RIU para el 2020. Sin embargo, el trabajo social de la compañía no se detuvo. Como primer paso, los hoteles en los destinos RIU tomaron la iniciativa de repartir a nivel local más de 500 toneladas de material sanitario y alimentos. Gracias a su capacidad de reacción, su agilidad y coordinación, se lograron donaciones en países como Aruba, Jamaica, México, Bahamas, Costa Rica, Panamá, Estados Unidos, Cabo Verde, Irlanda, Sri Lanka, Maldivas y, por supuesto, España.
En materia de RSC, se comprometió a no dejar atrás a sus aliados, manteniendo los proyectos que no podían detenerse. Es el caso del área de quimioterapia infantil del Hospital de Cancún gestionada por Fundación Aitana y en la que RIU costea todos los medicamentos; o el proyecto de biodiversidad con la ONG Oceanus, con la que espera plantar 1000 viveros en el Caribe Mexicano. También ha mantenido su compromiso con asociaciones españolas con las que lleva trabajando muchos años, como la canaria Pequeño Valiente formada por familias con niños afectados de cáncer, o los payasos de hospital de Sonrisa Médica en Mallorca.
Con el apoyo incondicional de sus socios en el tercer sector y basándose en su metodología de innovación social, el Método RIU, se analizó el impacto social de la COVID-19 en los destinos donde operan sus hoteles. Gracias a la información obtenida, han reafirmado la importancia de sus proyectos de salud y bienestar, como la Clínica de Artola en Costa Rica, financiada por RIU y que en un año ha atendido a 964 menores entre 0 y 14 años con un índice de satisfacción del 90%.
Sin embargo, la pandemia también ha generado nuevas necesidades sociales sobre todo en lo que respecta a alimentación y educación. En este sentido, RIU ha apostado por proyectos de acción asistencial que han logrado un impacto positivo para las comunidades locales donde se ubican sus hoteles. Es el caso del proyecto de la fundación local Des-Bem y la ONG española África Avanza que, con el apoyo de la hotelera, han coordinado la donación de más de 23.000 menús solidarios para 2.319 personas vulnerables en Cabo Verde.
En España, con el incremento de la brecha social tras las consecuencias económicas de la COVID-19, el objetivo de la RSC de RIU se ha centrado en familias en riesgo de exclusión social. Junto a Save the Children, Cruz Roja y Ayuda en Acción, se han aportado recursos tecnológicos que favorecen la e-inclusión social, así como transferencias económicas para la compra de alimentos y bienes de primera necesidad para los colectivos más desfavorecidos.
En la actualidad, con 65 de sus 100 hoteles abiertos en todo el mundo y con la mirada puesta en la recuperación del sector, la RSC de RIU espera retomar a corto plazo el ritmo que le hizo perder la pandemia. La situación no es sencilla, pero lo hará en función de la rapidez en lograr resultados de rentabilidad, que permitan ampliar el alcance de su inversión social. Hasta que eso suceda, los esfuerzos de RIU se centrarán en la continuidad de los proyectos y, sobre todo, en valorar el impacto de los mismos, con el fin de definir el retorno social de la inversión y contribuir a un cambio social positivo.
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