La pandemia por COVID-19 está provocando graves consecuencias en la salud mental de toda la población, especialmente en aquellas personas que sufren patologías como el cáncer de una manera cercana. Por ello, Cigna España y MD Anderson Cancer Center Madrid han elaborado, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer (04 febrero) la guía ‘Un nuevo escenario: El cáncer en la empresa ante la COVID-19. Decálogo para el acompañamiento del empleado con cáncer desde las organizaciones’. Este documento nace en línea con el compromiso de ambas entidades a la hora de apoyar a las empresas en la implantación de una cultura corporativa que responda a los retos del abordaje de esta enfermedad, y que se materializa en la iniciativa ‘Cáncer y Empresa’.
Se trata de un decálogo compuesto por consejos prácticos dirigidos a profesionales de Recursos Humanos y responsables de la gestión de equipos para apoyar, desde el seno de la empresa, a trabajadores con patologías oncológicas a adaptarse al actual escenario laboral, social y sanitario. Y es que, al propio desafío de padecer una enfermedad de esta magnitud, estos pacientes se enfrentan ahora mismo a otros dos acontecimientos de alto impacto psicológico: una pandemia y la necesidad de tener que acomodarse a una situación totalmente desconocida, marcada por el cambio constante.
Este contexto sitúa a las empresas en una posición clave como agentes promotores y gestores de la salud y el bienestar. Según los últimos datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), casi el 40% de los españoles con patologías oncológicas tiene entre 15 y 65 años (solo 3,4% tiene entre 15 y 39 años), por lo que los departamentos de Recursos Humanos o los servicios médicos laborales juegan un rol central a la hora de impulsar políticas y programas que apoyen a empleados en esta situación.
Tal y como subraya Ana Romeo, directora de Recursos Humanos de Cigna España, “La crisis sanitaria ha traído consigo un cambio de paradigma marcado por el auge de los entornos de trabajo híbridos. Por eso, hemos querido acercar a las organizaciones este documento, con el objetivo de facilitarles la orientación necesaria para que puedan seguir ayudando a aquellos empleados que convivan con el cáncer. Desde la empresa, nuestra prioridad es cuidar de la salud y bienestar de nuestros empleados de manera integral, y por ese mismo motivo, aquellos que estén atravesando una patología que implique retos específicos, como es el caso del cáncer, requieren una atención especial por nuestra parte”.
Por su parte, tal y como señala el Dr. Santiago González, director médico de MD Anderson Cancer Center Madrid, “la recuperación gradual de una ‘nueva normalidad’ a todos los niveles para un paciente que ha pasado recientemente o está pasando por un tratamiento oncológico forma parte del propio tratamiento de la enfermedad. El retorno a su lugar de trabajo es una parte fundamental de este proceso y le dará ánimo para proseguir éste, pero sólo si somos capaces de adaptar el entorno laboral a su nueva realidad. El papel y la concienciación de las organizaciones en este sentido es clave y supondrá un hecho diferencial en la recuperación completa del paciente.”
Esta labor de concienciación por parte de ambas compañías se lleva realizando desde hace tiempo. Hace casi dos años, pusieron en marcha la iniciativa ‘Cáncer y Empresa’2 con el propósito de fomentar la cultura de apoyo al cáncer en el tejido empresarial español e incrementar la sensibilización sobre los retos que supone esta enfermedad. Entre sus acciones más significativas están el lanzamiento a finales de 2019 del estudio ‘El cáncer en la empresa. Perspectivas 2020’ o la guía ‘El cáncer en la empresa. Apuntes prácticos para Recursos Humanos’.
¿Qué variables están impactando en el bienestar emocional de los pacientes con cáncer?
El punto de partida es conocer el impacto psicológico de la pandemia en las personas con enfermedades oncológicas para identificar qué tipo de intervenciones es necesario emprender desde las empresas. Así, para la elaboración del decálogo, Cigna España y MD Anderson Cancer Center Madrid han analizado los diferentes retos a los que se están enfrentando los pacientes con cáncer.
De esta manera, el documento recoge que la vivencia de una crisis sanitaria sin precedentes convierte a estos pacientes en un grupo especialmente proclive a sufrir trastornos como la ansiedad, el estrés o la depresión, dado que ésta se produce cuando el paciente atraviesa un proceso oncológico, un hecho que por sí mismo supone un factor de riesgo para la salud emocional. Prueba de ello son los resultados obtenidos en un estudio realizado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en abril, que ponía de manifiesto que las personas con patologías oncológicas se mostraban mucho más preocupadas por la pandemia que la población española en general (67% vs 59%), y que una de cada tres reconocía tener ansiedad o depresión a causa del confinamiento.
En este sentido, es importante tener en cuenta que estas personas, además de tener que adaptarse como el resto a cambios como el auge del teletrabajo o la reducción de las relaciones sociales, deben afrontar varios desafíos particulares, relacionados directamente con su enfermedad. Al margen del impacto que la pandemia ha tenido en la atención sanitaria que reciben estos pacientes4, el principal reto a afrontar por muchas de estas personas es un acentuado miedo al contagio, al tratarse de un grupo de riesgo.
Tal y como indica la Dra. María Sánchez, e-Health Medical Manager de Cigna España, “esta situación supone una sobrecarga en la salud mental de las personas que conviven con un proceso oncológico. Por eso, desde Cignatratamos de aportar nuestro granito de arena estando al lado de estos pacientes a través de nuestra Unidad de Seguimiento Clínico, y reforzando un mensaje que creemos fundamental: no podemos olvidarnos de la prevención. Es importante realizar las revisiones médicas habituales para poder detectar cualquier patología a tiempo, así como consultar al médico ante cualquier síntoma de reciente aparición”.
Por su parte, Marta de la Fuente, responsable del Servicio de Psicooncología de MD Anderson Cancer Center Madrid, indica que “en estos casos, ‘llueve sobre mojado’ y el impacto emocional es mucho mayor. Debemos tener en cuenta que, ahora mismo, estas personas se encuentran afrontando tres procesos vitales estresantes: el cáncer, una pandemia y un periodo de adaptación a las nuevas situaciones que ha traído la crisis sanitaria. Además, hay una gran diferencia entre pacientes. No es lo mismo una persona que acaba de recibir el diagnóstico y que puede experimentar un mayor sentimiento de ira, rabia, frustración e impotencia a causa del colapso sanitario ya que son debutantes en la enfermedad, a otra persona que ya convivía con el cáncer y que ha visto cómo se han limitado algunas de sus principales gratificaciones, como salir a la calle o quedar con familiares, amigos o compañeros”.
Las 10 propuestas de Cigna España y MD Anderson Cancer Center Madrid*
Estas variables hacen que sea necesario crear o readaptar cualquier protocolo empresarial enfocado a la gestión de este tipo de casos para adecuarlos a la situación actual de este colectivo y al nuevo entorno laboral. ¿Qué recomendaciones se pueden tener en cuenta para ello?
- Realizar un seguimiento constante del empleado para saber cómo está y qué necesita.
- Analizar los riesgos relacionados con su salud y bienestar, y ofrecerle los recursos necesarios.
- Impulsar iniciativas enfocadas en la salud emocional para aprender a gestionar la incertidumbre.
- Prestar mayor atención a la conciliación y la flexibilidad laboral.
- Mantener abiertos los máximos canales de comunicación posibles entre trabajadores.
- Ofrecer un servicio de telemedicina en la empresa.
- Implantar planes de salud específicos, tales como los ‘programas de gestión de casos’.
- Reforzar el desarrollo profesional de estas personas: no perder de vista sus metas laborales.
- Mantener o crear acciones internas de concienciación sobre el cáncer.
- Redefinir el protocolo de actuación para adaptarlo al entorno laboral actual.
Todas estas acciones deberán actualizarse constantemente en base a los cambios que vayan sucediéndose en el entorno y al feedback sobre las mismas que los propios empleados ofrezcan. Para que los planes y protocolos sean lo más efectivos posible, deberán adecuarse a cuatro momentos clave del proceso oncológico -pre–diagnóstico (anticipación), diagnóstico (gestión del impacto), tratamiento médico–oncológico (seguimiento) y reincorporaciónlaboral (readaptación)- y tener en cuenta a aquellos empleados que tengan personas a su cargo con esta enfermedad.
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