Cada año, la Navidad se presenta como una forma de recordarnos la importancia de preocuparnos por los demás. La necesidad de estar juntos y los sentimientos familiares hacen que, en general, seamos más propensos a mirar por el bien de nuestros semejantes. El mundo de la empresa no es ajeno a estos buenos sentimientos, por ello muchas empresas deciden poner en estos meses sus campañas de RSC, tanto interna como externa.
Además de procurar que el final de año sea un momento para que los empleados se sientan especialmente arropados por su empresa, éstas tienen a su disposición una serie de herramientas para canalizar, a través de sus plantillas, acciones que hagan llegar más lejos su solidaridad.
- Regalos solidarios
Muchas empresas se deciden por incluir elementos solidarios en sus regalos a empleados. Bien ofreciendo la posibilidad de optar (en Navidad, aniversarios…) por donaciones a entidades benéficas o, en algunos casos, sustituyendo directamente estos regalos por donaciones.
En cualquier modalidad escogida, la satisfacción del empleado y su complicidad se consiguen involucrándole en la causa a la que aporta su regalo de Navidad. Por eso, fórmulas como la ofrecida por Click&Gift está funcionando tan bien en el sector, por su sencillez y rapidez de implantación. Su Tarjeta Regalo Solidaria permite al beneficiario escoger entre una serie de ONGs para asignar la aportación decidida por la empresa, así como organizar donaciones con aportación conjunta de la empresa y el empleado.
- Subastas y porras benéficas
Otra forma de hacer partícipe al empleado es la organización de subastas benéficas o sorteos. Estos concursos dan la oportunidad de ganar algún premio (generalmente simbólico) a cambio de una contribución económica.
El secreto está en la buena comunicación para que los empleados quieran participar y fomentar así el espíritu solidario entre los mismos.
- Recogida de alimentos, ropa o bienes
Aunque esta acción en 2020 se complica un poco más, debido a las normas de distanciamiento social, la recogida de alimentos o ropa son un clásico en las empresas que quieren ser solidarias y hacer participar a sus empleados.
Las “operaciones kilo” suponen una ayuda directa a organizaciones que destinan estos alimentos a comedores sociales o ayuda a los desfavorecidos.
No sólo alimentos, sino que cualquier bien de primera necesidad puede tener una segunda vida y ayudar a gente que lo necesita. Muchas empresas invitan a sus empleados a entregar ropa, juguetes, libros o equipos informáticos.
- Voluntariado
Además de dinero o bienes de primera necesidad, los empleados también pueden aportar su tiempo. Acciones como el voluntariado corporativo son ideales para la participación de la plantilla y son una forma de reforzar vínculos.
Según la organización Voluntariado y Estrategia, que se dedica a organizar eventos presenciales o digitales de empresas, una compañía con empleados que participan en un proyecto de voluntariado son un 18% más productivas.
A modo de ejemplos, las empresas pueden llevar a cabo con su plantilla: visitas a hospitales, proyectos involucrando a personas con discapacidad, campañas de impacto positivo en el medioambiente, o acciones de educación de niños en situación precaria, entre muchas otras iniciativas.
- Carreras benéficas
Otra forma de implicar a los empleados en objetivos benéficos son las carreras solidarias. El running es un sector muy solidario y es muy fácil encontrar carreras cuyos beneficios o parte de ellos vayan a favor de una causa. Es el ejemplo de la Carrera de la Mujer, que este año se celebra de forma virtual para mantener el distanciamiento social
2020, el año de la solidaridad
Este año, desafortunadamente, se hace más necesario que la solidaridad aparezca. Muchas empresas ya se han puesto manos a la obra implicando a los empleados en acciones caritativas, de donación o de voluntariado, para intentar mitigar las consecuencias de la pandemia. España ha sido muy golpeada en este sentido: Intermon Oxfam prevé un millón más de pobres en España debido a la pandemia, la cual alcanzaría aproximadamente a 10 millones de personas.
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