Endesa se convierte en el principal apoyo de la Fundación Adecco en su proyecto #EmergenciaPorElEmpleo tras la firma hoy de sus representantes, el CEO de Endesa, José Bogas, y el presidente de Fundación Adecco, presidente de Adecco España y Regional Head Adecco Iberia, Italy, Eastern Europe & MENA, Enrique Sánchez, del acuerdo que les vincula en esta importante lucha contra el desempleo entre los más vulnerables. Una iniciativa de la Fundación Adecco que busca la unión empresarial para poner fin a la exclusión social y laboral de 10.000 familias afectadas por las consecuencias económicas de la pandemia. Con la aportación económica y personal de Endesa (los empleados de Endesa ayudarán en el proyecto con diferentes fórmulas de voluntariado, se espera que este proyecto ayude a salir de la exclusión social a casi 400 familias con grandes dificultades.
Un mercado laboral arrasado por la COVID-19
Los efectos del coronavirus sobre el mercado laboral están siendo devastadores. Las cifras hablan solas: tras el estado de alarma y la etapa de confinamiento, en el segundo trimestre del año se contabilizaron más de un millón de hogares (1.148.800) con todos sus miembros en paro en España, un 7% más que el trimestre anterior y un 13% más que antes de la pandemia.
Asimismo, han sido muchas las personas que en esta coyuntura han perdido su puesto de trabajo. En concreto, la COVID-19 ha destruido 130.500 empleos en la Comunidad de Madrid entre el segundo trimestre 2019 y el segundo trimestre 2020) y la tasa de paro ha escalado hasta el 12,6%, la cifra más alta desde el tercer trimestre de 2018 y que, además, no refleja la realidad en su totalidad, al no recoger a todas aquellas personas protegidas por los ERTES.
En el caso de los beneficiarios de la Fundación Adecco –personas con discapacidad, mayores de 45 años desempleados de larga duración, mujeres con responsabilidades familiares no compartidas y/o víctimas de violencia de género y otras personas en riesgo de exclusión– las dificultades se acentúan, en la medida en que su situación ya era muy complicada. De hecho, tardaban una media de 12 meses en encontrar un trabajo, con acompañamiento, y estaban especialmente expuestos al desempleo de larga duración, al agotamiento de prestaciones y por tanto a la exclusión social.
Por otra parte, y aunque aún no es posible saber exactamente en cuánto ha aumentado la pobreza y vulnerabilidad por efecto de la crisis generada por la COVID-19, cuya inmediatez, velocidad y dureza es todavía extrema, según EAPN, entidades como Oxfam Intermon prevén que la pandemia podría elevar en 1,1 millones el número de personas pobres en España. Según el último informe de EAPN “El estado de la pobreza en España” en la Comunidad de Madrid un 19% de la población está en riesgo de pobreza y/o exclusión social, porcentaje que podría dispararse ante la crisis económica.
Según Enrique Sánchez: “En momentos como éste, en los que la demanda de empleo va a multiplicarse, las personas más vulnerables afrontan grandes dificultades para competir en un mercado que ya se lo ponía difícil antes de la crisis. Ahora más que nunca, necesitamos el compromiso del tejido empresarial con su inclusión laboral para evitar la cronificación de la pobreza y la desigualdad en nuestro país. Gracias al apoyo de empresas como Endesa, podemos reforzar nuestros recursos para acompañar, orientar, formar, ofrecer apoyo psicológico y dar respuesta a todas esas familias que necesitan urgentemente un trabajo para escapar de la exclusión, recuperar su dignidad y retomar su proyecto de vida”.
Por su parte, desde Endesa, su consejero delegado, José Bogas, ha destacado la probada capacidad de la sociedad para, con agilidad, unir esfuerzos y volcar la dirección de sus proyectos hacia un foco distinto y solidario, y esa debe ser una de esas lecciones aprendidas que han llegado para quedarse. La vida es impredecible, cierto, pero que hace falta un esfuerzo de todos para superar los retos, eso sí es predecible. Con esta segunda fase de nuestro Plan de Responsabilidad, la compañía quiere reforzar un mensaje que forma parte de su estrategia global: la necesidad de no dejar a nadie atrás, en cualquier transición energética, económica o social que se plantee. La transición justa, la sostenibilidad, exige que el bien sea para todos.
Los comentarios están cerrados.