La situación excepcional provocada por el coronavirus ha afectado a la sociedad a todos los niveles, lo que ha derivado también en un incremento de las iniciativas de voluntariado, destinadas a paliar las consecuencias de la crisis. En este contexto, Voluntare, la red internacional de promoción del voluntariado corporativo, junto con la Asociación de Voluntarios de “la Caixa”, ha elaborado el estudio Impacto de la COVID-19 en el voluntariado corporativo, que refleja que los programas de voluntariado han crecido estos meses, gracias a la mayor implicación de la sociedad para dar respuesta a las nuevas necesidades surgidas por la pandemia y al agravamiento de la situación de los colectivos más vulnerables.
En concreto, el informe detecta que un 63% de las empresas constata que hay una mayor participación de sus empleados en los programas de voluntariado a raíz de la crisis derivada del coronavirus. El informe se ha desarrollado entre 84 empresas de Latinoamérica y Europa, el 57% de ellas españolas. Por sectores económicos, han tenido más representación en la encuesta las compañías del ámbito financiero, seguidas de las energéticas, así como las tecnológicas y de comunicación.
Los resultados demuestran que, si bien la crisis ha agudizado las necesidades de algunos colectivos, el voluntariado no se ha paralizado por la pandemia, sino que se ha transformado al entorno digital con el objetivo de mantener el apoyo hacia los más vulnerables e, incluso, impulsar nuevos tipos de acciones orientadas a cubrir las necesidades del momento. Según el estudio, más del 80% de las empresas en España han adaptado sus programas de voluntariado al entorno online por la emergencia sanitaria.
De hecho, el informe pone de manifiesto que el formato virtual es un modelo al alza: casi nueve de cada diez empresas (un 89%) considera que éste ganará relevancia en el voluntariado corporativo. Concretamente, en España, un 57% de las empresas estiman que la ejecución de sus programas a distancia seguirá en auge y se extenderá “algo más”, frente al 42% que confía en “un crecimiento considerable”.
El estudio también demuestra que más de un 70% de las compañías ha lanzado nuevos proyectos específicamente vinculados a la COVID-19. Y el 90% de ellos ha logrado una buena acogida.
Es el caso, por ejemplo, de la Asociación de Voluntarios de “la Caixa”, que desde el 15 de marzo ha impulsado desde el Programa de Voluntariado de CaixaBank, más de 400 actividades e implicado a 1.600 personas, colaborando con más de 200 entidades sociales. Estas acciones se han volcado en paliar la soledad de colectivos vulnerables, como personas mayores o pacientes de COVID-19. Las campañas “Cartas contra la soledad” y “Cadenas de vida” han facilitado el intercambio de mensajes entre personas aisladas por el confinamiento y voluntarios. También se han desarrollado actividades formativas online, como talleres de educación financiera, o sesiones virtuales de acompañamiento en la lectura para los más pequeños. Estas actividades han tenido un notable impacto, en especial durante el confinamiento, haciendo más llevadera la situación.
De esta forma, se ha mantenido la atención y el apoyo a los que más lo han necesitado, aunque de forma no presencial. Tal como explica Marta Gil, directora de la Asociación de Voluntarios de “la Caixa”, gestionada por Acción Social de CaixaBank, “también hemos hecho un esfuerzo para que las personas poco familiarizadas con el entorno digital pudieran involucrarse salvando así la brecha digital”.
La generalización del voluntariado no presencial se debe a su utilidad para mantener una intervención directa, efectiva y segura en el actual contexto. Pero el fundador y director de Voluntare, Juan Ángel Poyatos, está convencido de que “ha llegado para quedarse” y el estudio lo corrobora: casi nueve de cada diez empresas encuestadas creen que el voluntariado virtual tendrá más relevancia en sus programas a partir de ahora.
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