El programa de Unilever de ‘venta con propósito’ Soy Frigo llega a su 6ª edición con la vista puesta en la campaña de verano. Este proyecto internacional de Unilever, que se enmarca dentro del Plan Unilever para una Vida Sostenible y está impulsado por su marca de helados Frigo, se prepara para una nueva edición de su programa de formación y empleabilidad para colectivos en situación de vulnerabilidad o en riesgo de exclusión social, tras haber ayudado a más de 3.000 personas en España, 10.000 en Europa y 100.000 en todo el mundo desde que se puso en marcha en 2015.
En esta edición, además, el programa lanza una app de formación para los participantes que estará disponible a partir del 15 de junio sobre atención comercial, habilidades de negociación, autoconfianza y manipulación de alimentos, permitiendo a los candidatos ocupar un punto de venta de Frigo de la red de colaboradores de Unilever durante los meses de verano.
Entre los colectivos a los que va dirigido el programa están los más jóvenes, a los que Soy Frigo concede en muchos casos su primera experiencia laboral. Pero la iniciativa también se ha adaptado al nuevo contexto y este año también dará oportunidad a las propias plantillas de los operadores que hayan podido verse afectados en el actual contexto de ERTE. Además, desde el año pasado, el programa se ha ampliado a otros colectivos como las mujeres víctimas de violencia de género. Todas las personas que participan en el proyecto Soy Frigo son seleccionadas a través de la Fundación Ana Bella, en alianza con Unilever, que actúa como punto intermedio entre la compañía y las distintas organizaciones que trabajan con colectivos en riesgo de exclusión social.
Una oportunidad para los operadores
El programa Soy Frigo se plantea un año más para dar apoyo a los operadores y restauradores, que gracias a la iniciativa ven incrementadas sus ventas un 34% de media gracias a la extensión de los negocios a través de nuevos puntos de venta, que son ocupados por los candidatos seleccionados. Como novedad, este año el programa se marca el objetivo de crecer a través de operadores privados y en núcleos urbanos, que se sumarán a los espacios públicos en los que Soy Frigo está ya presente.
Soy Frigo es un proyecto que también tiene como objetivo ayudar a crecer a los operadores que venden helados de Frigo por todo el territorio español. En el último año, el número de puntos de venta de la marca que han participado en la iniciativa ha crecido un 50% respecto al año anterior gracias a la extensión de los negocios de los operadores participantes. Estos negocios cuentan ahora con más posibilidades de venta a través de nuevos quioscos y de puntos de venta móviles como carritos solares, o neveras portátiles presentes en muchos puntos del país, sobre todo en zonas turísticas y de alta afluencia de personas. Los carritos solares, introducidos el pasado año, consumen un 90% menos de energía respecto a los antiguos.
Andalucía y las comunidades autónomas del arco mediterráneo es donde el proyecto está más implantado, gracias a la importancia que el turismo tiene en estos territorios. En la actualidad, Soy Frigo se abre también a sellar acuerdos con operadores privados y en la celebración de eventos para poder impactar a nuevas personas y, reforzarse en otras regiones españolas.
Para Cristina Nadal, responsable de Soy Frigo en España, “la iniciativa representa un gran ejemplo de cómo el crecimiento de la empresa y de las ventas de nuestros colaboradores pueden y deben ir vinculadas a la mejora de nuestra sociedad y de nuestro entorno”. El programa Soy Frigo se enmarca dentro del Plan Unilever para una Vida Sostenible, que dota de propósitos a varias de las marcas del grupo, en este caso, la empleabilidad de los más vulnerables. Estas marcas han crecido un 69% más rápido que el resto del negocio de Unilever y registraron en 2018 más de un 75% del crecimiento de la compañía.
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