Cáritas Madrid presentó este jueves su campaña contra el paro bajo el lema ‘Comprometidos con un trabajo digno’, con la que pretende plantar cara a la «precariedad y parcialidad» que, según la entidad, siguen asolando a los trabajadores más vulnerables como migrantes o profesionales poco cualificados.
La ONG cuenta ya con cuatro empresas de inserción con las que busca salidas laborales a personas en desempleo y con dificultades para encontrar un trabajo estable. La última compañía, que se centra en el reciclaje textil, se abrió el año pasado y ya cuenta con una plantilla de seis personas, aunque esperan llegar a nueve en este ejercicio.
«Se trabaja con ellos en la adquisición de competencias personales y profesionales», explicó la subdirectora del servicio de empleo de Cáritas Madrid, Mercedes Benito, en una rueda de prensa celebrada en uno de los talleres de repostería y cocina que impulsa la entidad para capacitar a futuros trabajadores.
Junto a ella estuvieron Ahmed y Ana, dos de los beneficiarios de sus programas de empleo. El primero, padre de una familia monoparental, ya había ejercido como jefe de cocina en varios hoteles de lujo en España pero, a raíz de una enfermedad grave de su mujer, perdió su trabajo. Con los programas de Cáritas ha conseguido un empleo como cocinero en un centro de menores con un horario que, según dijo, le permite cuidar de sus cuatro hijos.
«A mí me ha servido para tirar para adelante con mis hijos. Yo estuve llamando a muchas puertas para encontrar trabajo y Cáritas me la ha abierto» relató Ahmed.
Ana, por su parte, relató cómo dejó Rumanía para instalarse en Italia y, más tarde, trasladarse a España, donde ya lleva tres años. Pasó cuatro meses sin trabajo pero, finalmente, el servicio de empleo de Cáritas le facilitó un curso de manipulación de alimentos y ahora ejerce en un comedor infantil, empleo que tiene que compaginar con otro.
«Las condiciones, generalmente, son muy precarias en los empleos. Existe mucha precariedad y parcialidad», explicó Benito, que destacó la utilidad de las empresas creadas por Cáritas y de la agencia de colocación, un servicio que busca «empleos dignos» para los beneficiarios de la ONG.
Sólo en 2018, la entidad acompañó a 7.019 personas, de las cuales 1.182 se capacitaron en alguno de los cursos que ofrecen. Al servicio de empleo se destinaron el año pasado 1.871.146 euros, una inversión un 42% superior al año pasado.
Para el secretario general de Cáritas, Javier Hernando, se trata de «situar a la persona en el centro de atención» porque, según dijo, «el trabajo nos sirve para desarrollarnos como personas».
Por último, la subdirectora del servicio de empleo apuntó que, por desgracia, el perfil de las personas que acuden a su departamento «tienen rostro de mujer» y una edad que ronda los 40 años, mientras que, generalmente, sus situaciones van más allá de la falta de un empleo.
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