El 75 % de las compañías españolas ya han implementado el código ético como pauta genérica para las decisiones que adoptan, según el informe Expectativas y Tendencias en la Empresa Española en 2019 de BDO, una de las mayores organizaciones globales de servicios profesionales que ha recogido las opiniones de más de 300 ejecutivos de empresas españolas de más de 100 empleados. El segundo y tercer estándar más arraigados son el plan de eficiencia energética, implantado en el 73 % de las compañías, y el plan de responsabilidad social corporativa, desarrollado en el 69 % de las empresas.
Con un grado de implementación algo inferior, se encuentran el plan de sostenibilidad, ejecutado por los 68 % de las empresas, y políticas anticorrupción y de lucha contra el fraude, implantadas en el 66 % de las compañías
Esta serie de medidas adoptadas por un gran número de empresas están en sintonía con aquellos compromisos y retos, de temática corporativa, social y ambiental, que las empresas se han fijado para 2019. En este sentido, para el 78 % de las empresas el principal desafío es reforzar el interés por cumplir la normativa vigente (compliance), seguido por el mantenimiento de buenas relaciones con los agentes sociales, de interés para el 74 % de las compañías.
En un segundo grupo de compromisos, más alejado de la gestión diaria de las empresas, se encuentran la ética de la gobernanza, para el 73 %, y la gestión transparente, para el 71 % de las compañías.
En el tercer nivel se sitúan los compromisos con entornos externos, como mantener buenas relaciones con las Administraciones Públicas, para el 66 % de las compañías, la preservación del medio ambiente, que interesa al 61 % de las empresas, y la contribución al bienestar social, a través de donaciones o patrocinios, de interés para el 60 % de las empresas.
Esta ola de compromisos sociales está estrechamente ligada a las perspectivas de crecimiento que las compañías españolas prevén para 2019. Al tiempo, las empresas de España se están sumando a la tendencia, cada vez más extendida, de desarrollar una gestión que compatibilice la satisfacción de los intereses particulares de las compañías con el interés general de la sociedad.
En opinión de Alfonso Osorio, presidente de BDO en España: “Es innegable el interés generalizado sobre aquellos modelos económicos basados en la sostenibilidad, modelos compatibles con la estrategia de la empresa y pensando en el interés general. Por este motivo, surgen necesidades nuevas de información no financiera, y la ética pasa a ser un eje clave de la estrategia empresarial”
Sin embargo, para conseguir dicho objetivo las empresas deben favorecer un desarrollo equilibrado de sus actividades a largo plazo, que conjugue los beneficios directos que les reportan sus negocios con la preservación y mejora del entorno social y ambiental en el que operan.
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