Según Renfe, sin el transporte por ferrocarril se habría producido un aumento de las emisiones de CO2 (gas de efecto invernadero) por transporte en España de 1,8 millones de toneladas y un incremento en el consumo energético de más de 1,1 millón de toneladas equivalentes de petróleo (Teps).
Renfe transportó 465,2 millones de viajeros y 20,8 millones de toneladas de mercancías en 2017, que, según la hipótesis de sustitución modal utilizada para analizar los costes externos que produce el sector del transporte, habrían requerido 348 millones de circulaciones de automóvil, 4 millones de circulaciones de camiones y 104.500 vuelos.
Las externalidades producidas por los servicios ferroviarios de Renfe fueron entre cuatro y cinco veces menores que las generadas por los otros modos de transporte. Ascendieron a unos 479 millones de euros, mientras que el resto de modos alternativos habrían generado unos costes externos de más de 2.230 millones de euros por el mismo volumen de transporte.
La contribución al ahorro por costes externos está encabezada por los servicios de Alta Velocidad-Larga Distancia (750 millones de euros) y Cercanías (541 millones), seguidos de los servicios de Mercancías (304 millones) y de Media Distancia (156 millones).
Estos datos proceden del estudio anual de ahorro de costes externos, ahorro de huella de carbono y ahorro de consumo energético realizado por la propia Renfe.
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