La siniestralidad vial en España ha ido reduciéndose en nuestro país desde finales de los años 90 hasta nuestros días de una manera considerable. El trabajo que se ha hecho año tras año con campañas de concienciación, formación y educación desde diferentes ámbitos ha cosechado buenos resultados. Administración, asociaciones, empresas yfabricantes han puesto su granito de arena para reducir estas cifras.
Pero desgraciadamente, y desde hace relativamente poco tiempo, estamos sufriendo un incremento de la siniestralidad en el entorno laboral.
Durante el año 2017 se produjeron más de 18.000 accidentes de tráfico durante la jornada laboral, lo que supone un incremento de más del 9% sobre los casos registrados el mismo periodo del año anterior. Además, el añopasado se produjeron casi 50.000 accidentes de tráfico in itinere, que representan un 62% del total de accidentes in itinere, aquellos que se producen yendo y viniendo del trabajo. En comparación con el mismo periodo del año anterior, se ha producido un aumento de más del 5% en este tipo de accidentes.
Pero, con estos datos de siniestralidad, ¿están las empresas y las administraciones llevando a cabo acciones para formar a sus empleados y prevenir estos accidentes? ¿Estála seguridad vial entre los planes de las empresas?
En el RACE hemos acuñado el término de Responsabilidad Vial Corporativa (RVC) como elemento fundamental para que las empresas comiencen a concienciarse de la importancia de invertir en este concepto.
Si bien la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se ha convertido en una práctica del Buen Gobierno y, de hecho, la mayoría de las empresas tienen definida una dirección dentro de su organigrama, destinada principalmente a buscar acciones en las que invertir para mejorar la calidad de vida de la sociedad, ¿no sería bueno crear una unidad dentro de la dirección de Recursos Humanos destinada a la Responsabilidad Vial Corporativa?
Desde nuestro punto de vista, creemos que sí. Empresas que han apostado por invertir en la formación, educación y concienciación de sus empleados en seguridad vial han visto reducida su cifra de siniestralidad de una forma importante.
Un caso reciente es el de Gas Natural que, hace algo más de dos años, encargó al RACE crear un plan de formación para sus empleados de todo el mundo. Gracias a los cursos impartidos tanto online como presenciales, la empresa logró reducir la siniestralidad en su plantilla en más de un 20%. Un hecho que representa la efectividad de este tipo de actividades.
En definitiva, invertir en la formación de los empleados es un hecho claramente positivo para la evolución de la plantilla. Pero además, es una formación aplicable tanto en el terreno personal como profesional y contribuye, evidentemente, a tratar de cumplir con los objetivos de la Década marcados por la ONU, de recudir a la mitad las cifras de fallecidos por accidente de tráfico en 2021.
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