Ocho trabajadores de AIG dedicaron el último viernes de abril tres horas de su jornada laboral a realizar labores de voluntariado en el Banco de Alimentos de la Comunidad de Madrid. Esta acción forma parte de la política de responsabilidad social corporativa de la aseguradora, en la que tanto ejecutivos como empleados pueden dedicar un número determinado de horas de su jornada laboral al año a acciones de voluntariado.
En este caso concreto, la actividad consistió en la clasificación y colocación de productos en los almacenes que esta ONG tiene en el Colegio San Fernando de Madrid entre las 9 y las 12 de la mañana. Los participantes, empleados de distintos departamentos de la compañía, fueron: María Sagrista, Paloma López-Bravo, Estíbaliz Fernández, Gonzalo Errandonea, Vania Barrio, Roberto Felipe Dos Santos, Antonio Hidalgo Merino y María José García Peña. “Para mí, y creo que hablo también en nombre de todos mis compañeros, es un orgullo poder dedicar parte de mi tiempo a realizar tareas que benefician a personas necesitadas y agradezco que mi empresa me ofrezca la posibilidad de hacer algo tan gratificante durante mi jornada laboral”, explica Paloma López-Bravo, del departamento de Reclamaciones.
El Banco de Alimentos de Madrid es una organización benéfica sin ánimo de lucro cuyo fin es conseguir gratuitamente alimentos para distribuirlos, también de manera gratuita, entre entidades benéficas dedicadas a la asistencia y cuidado directo de personas necesitadas dentro de la Comunidad de Madrid. Actividades como la que han realizado estos ocho trabajadores de AIG permiten a esta ONG agilizar el reparto de los productos conseguidos a través de diferentes campañas y de las donaciones que recibe a lo largo del año. En 2017, distribuyó 20.466.216 kilos de comida entre 165.787 personas a través de 562 entidades benéficas.
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