Los niños con cáncer que actualmente están ingresados en el Hospital Universitario de La Paz (Madrid) podrán beneficiarse en breve de terapias innovadoras y personalizadas, lo que supondrá una esperanza de vida para aquellos menores que a día de hoy no responden a los tratamientos convencionales, como quimioterapia, radioterapia o cirugía. Se estima que de los 1.400 menores con cáncer que hay en España, entre el 20 y el 30%, es decir entre 280 y 420 niños, no superan la enfermedad con facilidad.
La nueva Unidad de Terapias Avanzadas para el cáncer infantil, creada por la Fundación CRIS (Cancer Research Innovation Spain) y situada en la planta octava del hospital, contará con un total de 10 habitaciones, de las que 4 irán destinadas a pacientes inmunodeprimidos, aquellos que son más susceptibles de tener un sistema inmunológico debilitado y que tras un trasplante de médula ósea, por ejemplo, van a poder seguir jugando en sus habitaciones aunque estén aislados.
Estas 4 habitaciones son posibles gracias a la generosidad de los casi 5.200 empleados de MAPFRE en España (el 50% de la plantilla) que, hasta el momento, se han sumado al Euro Solidario. Esta campaña, que la aseguradora puso en marcha hace poco más de un año, consiste en donar un euro mensual de sus nóminas con el objetivo de mejorar la vida de personas con dificultades, de manera que por cada euro donado, la empresa aportará otro adicional, doblando así la cantidad resultante.
Una delegación de MAPFRE, encabezada por Antonio Huertas, visitó recientemente el hospital madrileño para conocer esta nueva Unidad de Terapias Avanzadas para el cáncer infantil
En 2018, los empleados de MAPFRE colaborarán además con otro proyecto oncológico que también ha sido votado por la mayoría de la plantilla. Lo promueve la Asociación Infantil Oncológica de Madrid (ASION), creada por padres que han vivido la dura experiencia de tener un hijo enfermo de cáncer.
La ayuda de MAPFRE a ASION permitirá ampliar los servicios que ofrece esta entidad a través de un neuropsicólogo encargado de detectar las secuelas cognitivas de los niños y adolescentes y un fisioterapeuta especializado en la rehabilitación de secuelas físicas.
El programa Euro solidario se inició en 2017. La aportación mensual de los empleados, doblada por MAPFRE donando otro euro al mes por cada uno de ellos, permitió contribuir el pasado año con 94.000 euros a dos proyectos muy relevantes, el de la Fundación Debra, que atiende a los enfermos con “piel de mariposa”, y a la labor que se realiza en los comedores sociales de San Vicente de Paul.
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