‘Cadena de Valor’, un nuevo concepto de consultoría social especializada en RSC, ha trasladado a un total de 113 empresas las ventajas de una gestión más responsable, más social y con el valor de la discapacidad como palanca de cambio; una acción que se ha llevado a cabo en tres encuentros informativos y una Jornada de Responsabilidad Social Empresarial, todos ellos desarrollados en Madrid.
‘Cadena de Valor’ propone la integración de las personas con discapacidad en las plantillas de las compañías como una forma de aumentar su valor y transformar las organizaciones. Se trata de una propuesta de inversión socialmente responsable que genere ganancia compartida, tanto en el sector empresarial como en el de la discapacidad.
Fruto de la colaboración entre el Real Patronato sobre Discapacidad y la Asociación Alenta, dedicada a fomenar la bienestar y la autorrealización de las personas con discapacidad intelectual y otros trastornos del desarrollo y sus familias, esta iniciativa busca impulsar la formación en la empresa para favorecer su compromiso con la discapacidad –especialmente la intelectual- en sus políticas de sostenibilidad y responsabilidad social. Con esta iniciativa se pretende integrar la discapacidad en las empresas como una forma de buscar la rentabilidad sostenible a largo plazo.
El proyecto persigue que la conexión entre el progreso social y el económico sea la próxima ola del impulso de los negocios. Está dirigido a las empresas que quieran aumentar su reputación, valor de marca y competitividad desarrollando proyectos de responsabilidad social en el campo de la discapacidad, acciones con las que se pretende incrementar el valor añadido de las compañías.
Los objetivos son mejorar el conocimiento de las empresas acerca de la responsabilidad social como criterio de gestión sostenible y competitivo, dar a conocer la repercusión de la discapacidad intelectual en la empresa y el valor de diversidad que aporta, y sensibilizar sobre el cumplimiento normativo (obligación de contratar al menos un 2% de personas con discapacidad en las empresas con más de 50 trabajadores).
Con todo ello, la meta final es generar redes de colaboración y valor compartido entre empresas y entidades de la discapacidad intelectual, implicando a las cadenas de suministro.
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