La investigadora y profesora colaboradora de la UIB Fernanda Caro ha sido galardonada con el Premio de Investigación de la Fundación de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (FOESSA), dependiente de Cáritas, por su tesis doctoral, en la que aborda las distintas estrategias y discursos de distintos actores en torno a la inserción de colectivos vulnerables a través del empleo.
Según ha explicado la ganadora del reconocimiento, se trata de una investigación que le ha llevado cuatro años y que parte desde la constatación de que, en muchos casos, la lucha contra la exclusión social «se está abordando desde una vertiente puramente económica» y, por lo tanto, insuficiente para combatir un fenómeno «multidimensional», que no afecta únicamente al empleo.
«El trabajo tiene un peso importante, pero también tienen un papel muy relevante el acceso a los sistemas de protección, a educación, a sanidad, a una vivienda, etc… El estar excluido de la vivienda es un factor claramente de exclusión como se ha visto en los últimos años –ha explicado Caro–. Pero es que, además, también hay un factor relacional que abarca todo lo que tiene que ver con el fomento de las redes sociales de apoyo, las redes de proximidad, que garantizan y protegen contra la pobreza y contra la exclusión social».
En este sentido, destaca el caso de algunos colectivos de personas inmigrantes que, según explica, durante los últimos años se han visto mejor protegidos gracias a que tenían «redes de mutuo apoyo» en su entorno. «Esto es gracias a que, en la mayor parte de los casos, los inmigrantes van allí donde saben que hay familiares o personas de su país», ha indicado.
Por ello, hace hincapié en que para luchar contra la exclusión social (prefiere este término al concepto «estrictamente económico» de pobreza) es indispensable atender no solamente a la creación de empleo y la preparación profesional sino también al acceso a los recursos de protección social y actuar fortalecer las redes interpersonales como dos de las «patas fundamentales» para prevenir y combatir situaciones de vulnerabilidad.
Lo que está pasando ahora con las políticas de protección es que tenemos un Estado social absolutamente precario que está dedicando pocos esfuerzos en la lucha contra la pobreza. Pero si, además, se lucha solamente a través del empleo nos estamos dejando dos patas importantes: el acceso a los recursos y fortalecer las redes. Si además el trabajo que consiguen es precario, pues así estamos», ha denunciado.
Según explica, uno de los casos paradigmáticos que muestran la insuficiencia de la perspectiva de empleo es el de los titulados universitarios que emigran a otros países al no encontrar un empleo en España. «España es un claro ejemplo de que si hay condiciones estructurales que no generan empleo no hay integración posible», asegura.
CUATRO ESTRATEGIAS PARA ENFRENTAR LA POBREZA
En su tesis doctoral, titulada ‘La inserción por el empleo de colectivos vulnerables. Discursos y estrategias de los agentes de inserción, en un contexto de crisis’ y con la que ha ganado el premio de FOESSA, la investigadora distingue entre cuatro paradigmas o estrategias para abordar la lucha contra la vulnerabilidad y la exclusión social.
Los dos primeros, los «dominantes» en la sociedad actual, según ha explicado, serían el «paradigma moralizante» y el «paradigma activador». El primero de ellos, el «moralizante», sería aquel en el que «va implícito un cierto juicio moral» acerca de las personas en situación de vulnerabilidad y acerca de «su capacidad para adaptarse y poca voluntad de usar el trabajo como forma de integración». Este paradigma es el que adoptan quienes creen que «las administraciones no deben crear prestaciones y que las personas deben buscarse la vida para conseguir empleo», según detalla.
En cuanto al paradigma «activador», explica que es aquel que propugna que «la gente se tiene que formar y preparar para activarse y responder a los retos actuales del mercado», algo que, a su juicio, se ha demostrado insuficiente durante la crisis económica en España.
En contraposición a estos dos «discursos» acerca de la pobreza, explica que durante los últimos años han surgido otros dos que «contradicen» a aquellos y que ella denomina paradigmas «reflexivo» y «activo-transformador», el primero de los cuales es aquel que está vinculado a la intención de «recuperar la primera socialdemocracia» y que propone la estrategia de que «las instituciones, programas y profesionales de protección social se adapten a las personas en situación de vulnerabilidad y no al revés».
Por último, señala que durante los últimos años está comenzando a madurar un nuevo enfoque, el paradigma «activo transformador», que consiste en crear redes sociales de apoyo «desde abajo», es decir, al margen de las instituciones, y que aparecen mayoritariamente vinculadas a aquellos sectores que «no confían en el Estado como provisor de bienestar».
A juicio de los responsables de FOESSA, el contenido de la tesis doctoral de Caro destaca por «la calidad del proyecto, la originalidad en determinados aspectos del mismo y la oportunidad de la temática abordada», por lo que han decidido otorgarle el galardón de esta edición y el fallo del jurado ha sido anunciado el pasado viernes.
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