El presidente de Cáritas Española, Rafael del Río Sendino, ha solicitado por carta sendas reuniones con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y los ministros de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat; de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez; de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis; de Justicia, Rafael Catalá; y de Interior, Juan Ignacio Zoido, para abordar los problemas que afectan a los más desfavorecidos.
Junto a la felicitación por sus respectivos nombramientos, el presidente de Cáritas hace referencia al documento de Propuestas Políticas publicado por Cáritas Española ante las últimas elecciones generales y cuyo contenido fue compartido en distintos encuentros con todas las fuerzas parlamentarias.
En concreto, la organización propone: una garantía de ingresos para los hogares en situación de pobreza severa; que se garantice el acceso a la salud a todas las personas; reformas estructurales que garanticen del derecho a una vivienda digna y adecuada; un empleo digno y salario justo; cláusulas sociales y ambientales; que no se condicione el acceso al permiso de residencia a la obtención de un contrato de trabajo; que se garanticen los derechos humanos en los procedimientos de expulsión; que se cumplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible; se ratifique la Carta Social Europea revisada en 1996 y el protocolo adicional de 1998, y se destine el 0,4% del PIB a ayuda oficial al desarrollo.
La organización pretende que este documento sirva de marco de interlocución a lo largo de toda la legislatura con los poderes legislativo y ejecutivo para impulsar reformas concretas en aquellas políticas públicas más relacionadas con el acceso de las personas empobrecidas a los derechos humanos, como protección social, salud, vivienda, empleo, inmigración, desarrollo y cooperación internacional.
Según recuerda Cáritas, estas propuestas se inspiran en la llamada del Papa Francisco a la Asamblea General de Cáritas Internationalis celebrada en Roma el año pasado a ser parte de «una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades».
Asimismo, toman como referente la instrucción pastoral ‘Iglesia, servidora de los pobres’, aprobada en abril de 2015 por la Conferencia Episcopal Española (CEE), donde se apela al «reto de ejercer una caridad más profética». «No podemos callar –dicen los obispos– cuando no se reconocen ni respetan los derechos de las personas, cuando se permite que los seres humanos no vivan con la dignidad que merecen».
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