El comienzo de la crisis económica en 2007 impactó de lleno en la economía y en la generación de empleo, afectando de manera más o menos pronunciada a personas en peligro de exclusión sociolaboral, entre ellas las personas con discapacidad. Durante los primeros años de la crisis económica, el número de contratos de trabajo para estas personas experimentó un descenso: en 2009 el número de contratos para personas con discapacidad disminuyó un 12% respecto a 2007 según datos facilitados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Ahora bien, si analizamos los datos de los últimos años observamos como desde 2010 el número de contratos para personas con discapacidad no ha dejado de aumentar. El mercado laboral comienza a recuperarse y las personas con discapacidad no son ajenas a esta tendencia. Tan solo en 2012 se produjo un ligero descenso en la contratación como se observa en la siguiente gráfica:
Como podemos observar, en 2016 se registran 4 ejercicios seguidos de incremento en la contratación de personas con discapacidad: durante este año, en el periodo comprendido entre enero y octubre, se han firmado 81.918 contratos, un 2,3% más que el mismo periodo de 2015 y un 57,8% más que en 2012.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “estas cifras son un magnífico reflejo de la cada vez mayor inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad y en el mercado laboral. Ahora bien, no tenemos que conformarnos, es necesario seguir trabajando en este camino ya que, debemos recordar que la tasa de actividad de las personas con discapacidad es tan solo del 38%, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Una cifra que es 39 puntos inferior a la de la población sin discapacidad”.
¿Qué limita la plena inclusión laboral de las personas con discapacidad?
Factores como la falta de programas educativos que garanticen una formación igualitaria, la carencia de recursos específicos para la búsqueda de empleo, la sobreprotección familiar, la discriminación, la indiferencia, los prejuicios y el desconocimiento siguen frenando la participación en el mercado laboral de las personas con discapacidad.
Con el objetivo de poner fin a estas barreras y con motivo de la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, desde Fundación Adecco hemos lanzado #Reacciona, una campaña compuesta por 4 spots que reflejan las dificultades a las que se enfrenta una persona con discapacidad en distintos momentos de su ciclo vital: infancia, adolescencia y edad adulta y laboral. Juan Manuel Montilla, El Langui, se ha sumado a esta campaña con el rap #NoHayLímites, un mensaje que invita a todas las personas a derribar los prejuicios y estereotipos que limitan el desarrollo profesional de las personas con discapacidad.
A pesar de todas las barreras que ponen freno a las personas con discapacidad, en el periodo de enero a noviembre de este año, en Fundación Adecco hemos conseguido la integración en el mercado laboral a 3.460 personas.
Cinco tips para normalizar el trato con personas con discapacidad
Con el fin de eliminar los estereotipos que limitan la plena inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad, desde Fundación Adecco recomendamos llevar a la práctica las siguientes recomendaciones:
1. Cuidar el lenguaje y la comunicación: a la hora de referirnos a las personas con discapacidad o comunicarnos con ellas debemos evitar expresiones compasivas (por ejemplo: pobrecito) o adjetivos que les etiqueten (por ejemplo: discapacitado). Las personas con discapacidad son como cualquier otra persona.
2. Dar respuesta a todas las dudas que tengamos sobre discapacidad: debemos actuar con naturalidad ante las personas con discapacidad. La falta de trato y conocimiento en torno a la discapacidad generar inseguridad y actitudes discriminatorias. La formación, la información y el diálogo o conversación con personas con discapacidad son las mejores herramientas para eliminar dudas.
3. Fomentar la empatía hacia las personas con discapacidad: ponerse en el lugar de la otra persona y respetar sus diferencias es una muy buena manera de contribuir a la inclusión sociolaboral de personas con discapacidad.
4. Evitar conductas de sobreprotección: muchas veces creemos que las personas con discapacidad no pueden desempeñar determinadas tareas para las cuáles son totalmente autónomos.
5. Facilitar su inclusión y relación con los demás: tratar con absoluta normalidad a las personas con discapacidad con amigos, conocidos y compañeros de trabajo.
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