El presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Luis Cayo Pérez Bueno, reflexiona acerca de la presencia real de los profesionales con discapacidad en el mundo laboral en el artículo ‘¿Hacen bastante las profesiones colegiales por la inclusión?’ publicado en un nuevo número de la revista ‘Profesiones’.
En el número 162 de la revista publicada y editada por Unión Profesional el presidente del CERMI afirma que “cuando no hay indicios suficientes es de suponer que no hay inquietud, que no hay ciencia ni conciencia, y que se trata, pues, de un asunto subalterno, marginal incluso, que no ocupa posiciones de relevancia en las agendas de las profesiones colegiales”.
El registro de profesionales colegiados con discapacidad, los censos o los estudios cualitativos acerca de las necesidades de este colectivo son algunos de los parámetros que el presidente del CERMI acerca al público en un intento por permear esta realidad desde la tribuna de profesional dedicado a este ámbito, y que también traslada como persona.
En lo concerniente al plano normativo, “¿recogen los estatutos reglamentos y regulaciones corporativas, mandatos o al menos menciones a la no discriminación, a la inclusión, accesibilidad universal?”, interpela Luis Cayo Pérez Bueno. Otro de los asuntos que echa en falta el también vicepresidente del Consejo Nacional de la Discapacidad, además de vocal en el Real Patronato sobre Discapacidad y del Consejo Estatal de ONGs de Acción Social es el contagio y propagación del hacer colegial y profesional que tiene sui géneris los manuales de accesibilidad o guías con recomendaciones sin que estos radiquen en sus tareas como un accesorio, sino como parte indisoluble del ejercicio laboral. “Desde este enfoque de parte, hay poco hecho, por lo que está casi todo por hacer en esta materia de incluir la diversidad social”, asegura consciente de su posición en la maquinaria de la discapacidad. Sin embargo, el presidente arroja un haz de esperanza al escenario abarrotado de posibles actores: “que haya tanto por hacer no necesariamente es negativo, esto señala tan solo la magnitud de lo pendiente y nos estimula e impele a comenzar ya esta tarea imperiosa e impostergable”.
Para Luis Cayo Pérez, los colegios profesionales nacen con vocación de arropar las formalidades y convenciones que un oficio va institucionalizando conforme se mantiene y desarrolla en el tiempo y sostiene que “este cariz solidario sea la justificación última de los colegios” porque “no ha de costar demasiado entroncar con este elemento […] y revitalizarlo en clave de responsabilidad activa y de inclusión”.
En su modo de entender esta realidad multifuncional “existe una sociedad civil organizada en torno a la discapacidad, estructurada en sus múltiples niveles, dimensiones y ejes, dispuesta y pronta a cooperar con las profesiones colegiadas para hacer efectivo el mandato de la inclusión”, proclama. “Las organizaciones de la discapacidad queremos ser el cooperador el cooperador necesario para, conjuntamente, desplegar estrategias inclusivas”, por ello, el presidente del CERMI hace un llamamiento a las instituciones colegiadas: “úsennos, nos dejamos, el fin bien lo vale”.
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