Durante 2015 colaboraron en la cadena de valor de Calidad Pascual 456 ganaderías, 3.387 proveedores, 2.300 empleos directos y 6.000 indirectos, y 348 distribuidores. La compañía distribuyó alrededor de 1.000 millones de envases de sus 13 categorías de productos, que en España llegaron a 117.000 puntos de venta y a 30 millones de consumidores. Unas cifras que han supuesto una facturación de 690 millones de euros, un EBITDA de 74,7% y un aumento de la rentabilidad del 1,5%.
Estos son algunos de los principales datos que la compañía recoge en su Informe de Creación de Valor Compartido 2015, que traduce en cifras el compromiso diario de la empresa con la innovación y la calidad. Pero el principal logro de Calidad Pascual a lo largo del año pasado no han sido estas cifras, tal y como señala su presidente Tomás Pascual: “Cada día asignamos más importancia al comportamiento ético y a la gestión responsable de los impactos que nuestra actividad genera. Ya no basta con ocuparse solo de la cuenta de resultados y de la eficacia productiva; porque antes de eso tus consumidores, clientes, empleados, proveedores, ciudadanos y accionistas también te van a exigir diálogo, respeto ambiental y responsabilidad empresarial”.
Y bajo esta máxima nació durante 2015 el Plan Director de Creación de Valor Compartido 2020 de Calidad Pascual, enfocado a armonizar los objetivos de negocio de la compañía con las expectativas de sus grupos de interés. La compañía arandina se sitúa, de esta manera, como pionera a la hora de aplicar la gestión ética a las decisiones corporativas. En palabras de Francisco Hevia, Director de Responsabilidad Corporativa y Comunicación durante la presentación, “perseguimos un modelo de negocio sostenible en el corto y en el largo plazo que trabaje para la satisfacción de las expectativas del entorno donde nos desarrollamos, gestionando ética e integralmente los impactos económicos, laborales, sociales y ambientales”.
Este reto marcado por Calidad Pascual en 2015 se vehiculiza a través de una gestión ética, responsable y excelente, que responde al modelo de empresa:
Política de Responsabilidad Corporativa y Buen Gobierno. Un documento que adapta el nuevo Código de Buen Gobierno de las empresas cotizadas; el cual ha servido de guía a la compañía, siguiendo recomendaciones equiparables a las grandes empresas cotizadas.
En este ámbito, destaca el Sistema de Gestión de Cumplimiento de Pascual, evidenciando el compromiso de cumplimiento del grupo en materias con potencial riesgo legal; así como los avances en su estrategia de auditoría interna y reporting integrado.
Por último, Calidad Pascual ha rediseñado su Código de Conducta con el fin de que sirva de ayuda para cumplir con sus obligaciones de forma coherente con las raíces y los fundamentos éticos de Pascual.
Política de relación con Grupos de Interés y Gestión del Valor Compartido, que se ejemplifica en el Plan Director de Creación de Valor Compartido 2020 y en el Sistema de Diálogo con los Grupos de Interés.
Política de Excelencia. En 2015 Calidad Pascual ha avanzado con el desarrollo de un sistema de gestión denominado Mare Nostrum y la creación de un área de innovación disruptiva.
Gestión integral de los impactos: los grandes retos de Calidad Pascual
Incorporar estos conceptos de ética, responsabilidad y excelencia a la gestión empresarial, junto con la búsqueda de la satisfacción equilibrada de las expectativas de los grupos de interés, permiten, en palabras de Francisco Hevia, que “las empresas logreen crear valor al enfocar la actividad hacia lo que realmente importa”.
Así, Calidad Pascual tiene por objetivo crecer de forma sostenible, diferenciándose por su creación de valor compartido, a través de la gestión de todos sus impactos.
Retos laborales. Potenciando el talento. En este ejercicio, Calidad Pascual ha puesto especial foco en los procesos de atracción y en el desarrollo y la fidelización del talento de sus 2.305 empleados, a través del refuerzo de su posicionamiento como empleador excelente y del compromiso y orgullo de pertenencia de sus trabajadores. En 2015 Calidad Pascual ha alcanzado los 70 puntos en la encuesta de clima interno ‘Great Place to Work’, con un 85% de participación, y 75 puntos EFR (Empresa Familiarmente Responsable). El 94% de los trabajadores tiene contrato indefinido y un 40% flexibilidad horaria. Además, más del 2,5% de los empleados del grupo son personas con discapacidad. Cabe mencionar el proyecto Pascual Talento Diverso, enfocado a hacer del grupo una empresa más diversa, con rigurosidad, gestión y calidad, marcando objetivos claros como un mayor desarrollo de mujeres en puestos de dirección.
Retos ambientales. Mejorando el entorno. El Plan de Gestión del Impacto Ambiental de Calidad Pascual pretende mejorar los impactos que su actividad genera en el entorno. Así, el alcance de este plan cubre todas las etapas de la cadena de valor: desde la obtención de materias primas hasta el tratamiento al final de la vida útil de los productos. Este plan gira en torno a los ejes aprovisionamiento sostenible, producción eficiente, ecodiseño en los envases, movilidad sostenible, huella ambiental e implicación y visibildiad.
Entre los principales logros de 2015 se encuentran la reducción del consumo de agua (21,98%), energía eléctrica (21,29%) y energía primaria (16,36%). Además, en este periodo Calidad Pascual ha reducido en un 2% la huella de carbono corporativa, pese a haber aumentado la producción en un 4%. En 2015 también se han llevado a cabo acciones de prevención del desperdicio alimentario, a través del Manual de Buenas Prácticas de Prevención del Desperdicio Alimentario y el Movimiento RAP.
Especial mención merece el Plan de Movilidad Sostenible de la empresa arandina, que cuenta con la mayor flota sostenible de Europa: 2.447 vehículos certificados con el programa Ecostars, utilización de vehículos 100% eléctricos para la distribución en ciudades y la consecución de premios y menciones como los de la Fundación Renault o AEGFA (Agencia Española de Gestores de Flota).
Retos sociales. Compromiso con toda la cadena de valor. En el final de la cadena de valor de Calidad Pascual, una de sus principales líneas de actuación es la de aportar salud y bienestar a la sociedad, con iniciativas destinadas a mejorar la calidad de vida de sus grupos de interés y a fomentar hábitos sanos y saludables. Así, durante 2015 nace Pascual Saludable para impulsar la salud y el bienestar de las personas.
En los próximos años, además, la compañía centrará sus esfuerzos en asegurar el cumplimiento de los derechos humanos a lo largo de la cadena de valor.
Durante 2015 el 98% del gasto en aprovisionamiento de leche se destinó a proveedores locales; el 100% de los proveedores de la compañía están adheridos a la Política de Compra Responsable y el 100% de los contratos con proveedores de leche están homologados.
Calidad Pascual tiene gran presencia en la sociedad. Más de 5.300 personas visitaron sus plantas durante el año pasado y colaboraron con 23 bancos de alimentos, a los que se donó 377.388 kg. de producto, y con más de 100 ONG y causas sociales. Además, se llevaron a cabo 12 actividades de voluntariado corporativo con más de 600 participantes (Operación Café, donación de sangre, Día del Voluntariado, etc.).
Durante 2015 el Instituto Tomás Pascual Sanz celebró su IX aniversario, poniendo en valor su actividad: desarrollar actividades de sensibilización científica, con rigor e independencia, ofreciendo información y formación sobre salud, actividad física, nutrición, bienestar y hábitos de vida saludables, salud mental y medioambiente.
Retos económicos. Cuadrando el círculo. La mayor parte del valor económico que genera Calidad Pascual con su actividad se redistribuye entre la sociedad y sus colaboradores. En 2015 el grupo ha alcanzado una facturación de 690 millones de euros, con un EBITDA de 74,7 millones de euros. La compañía ha sido capaz de continuar con su proceso de estabilización de la deuda, pasando de 248,9 a 218,1 millones de euros, y de mejorar su rentabilidad en un 1,5%.
La compañía ha invertido 14,4 millones en mejoras industriales y de procesos, 1,5 millones en innovación, 114 millones en retribuciones a empleados y 407,6 millones a proveedores.
La innovación fue uno de los motores de Pascual durante el año pasado. En abril, la compañía lanzó Leche Pascual PRO, con un 50% más de proteínas provenientes de la leche; Vivesoy amplió su gama con una nueva bebida vegetal de arroz, Bezoya volvió a sorprender con su programa ‘Bebé a Bordo’, y DiaBalance relanzó sus gamas ‘GlucActive’ y ‘Expert’ para personas con diabetes.
El canal Horeca también se vio reforzado en 2015 con el acuerdo alcanzado con Conservas Garavilla (Isabel) para la distribución de sus productos, que se sumó a las alianzas con Unilever (Flora), Idilia Foods (ColaCao y Okey), Kellogg, Heinz o Agua Pedras Salgadas.
En 2015 Calidad Pascual ha cerrado una etapa que, en palabras de su presidente, “ha supuesto que la compañía sea más firme y sólida que en 2011. Hemos logrado potenciar nuestro liderazgo y ser más sostenibles económicamente que antes”.
Metas estratégicas. Liderazgo, innovación y transformación
En los próximos 4 años Calidad Pascual tiene como objetivo ganar protagonismo y convertirse en referencia española para una alimentación equilibrada y saludable. Así, la compañía busca la consolidación como líder en sus marcas estratégicas, así como convertirse en referente nacional en innovación disruptiva, transformación digital y gestión industrial.
Especial mención merecen en este apartado la creación en 2015 de la Oficina de Transformación Digital y la reciente puesta en marcha del programa Pascual Startup, que nace con la intención de promover la innovación y el emprendimiento en el sector agroalimentario español.
Además, como ha señalado su presidente, “nos hemos fijado como objetivos medulares alcanzar la excelencia en toda nuestra cadena de valor y acelerar nuestro proceso de internacionalización en torno a los yogures de larga vida”.
Para lograr todo esto, la compañía va a transformar su cadena de valor para ser más sostenibles y competitivos y garantizar que se mantiene el foco en las personas, la calidad en la gestión y la excelencia en todos los procesos.
En definitiva, como ha concluido Tomás Pascual, “el refuerzo ético es el ingrediente que debe impulsarnos en la búsqueda del liderazgo. Si gestionamos éticamente, con excelencia y compartimos nuestra cadena de valor, haremos entre todos una empresa más sostenible y reforzada, que además podrá consolidarse entre los grandes líderes de la industria”.
Los comentarios están cerrados.