El trabajo de investigación, que por primera vez ha dado el salto a Latinoamérica, ha contado con la participación de 223 empresas y 90 entidades benéficas.
Según los resultados del informe, se observa que el interés de las empresas por el voluntariado es cada vez mayor: están cada vez más abiertas a estas actividades y tratan de dar facilidades para favorecer la participación de sus empleados. Casi la mitad ofrece programas de voluntariado en horarario laboral; tratan de ofrecer un amplio abanico de actividades para elegir; han aumentado las oportunidades de voluntariado profesional y casi la mitad de los programas están abiertos también a las familias de los empleados. “Las empresas cada vez demandan más voluntariado familiar –según la directora del Observatorio de Voluntariado Corporativo, Icíar Lumbreras-. Y es que, con estas actividades buscan también generar en sus empleados un orgullo de pertenencia. Y si a esto le sumas que la empresa te da la oportunidad de compartir la experiencia con tus hijos, lo agradeces, porque te ayuda a transmitirles unos valores que son fundamentales”, opinó.
La principal motivación de la empresa para apostar por esta vía de participación social es dar cauce a la iniciativa solidaria de sus empleados, apoyando una causa social. Mientras que las ONG, sus motivaciones para dedicarse al voluntariado corporativo, son principalmente crear valor social de manera asociativa y buscar financiación para sus proyectos solidarios.
El interés del sector privado por el voluntariado corporativo se manifiesta también en que se va integrando en la estructura de la empresa: un 67% tiene un plan de comunicación asociado al programa, 6 de cada 10 lo dotan de presupuesto, la mayoría alinea sus programas con la estrategia de la compañía y un 63% evalúa los resultados.
Sobre el tipo de actividades que desarrollan, se decantan sobre todo por actividades en grupo y puntuales y el impacto que buscan es sobre todo social, frente a un impacto económico productivo o ambiental: es un voluntariado principalmente asistencial.
Entre las principales dificultades que se encuentran ambas partes, las empresas destacan la falta de capacidad de gestión del equipo de la empresa y de la entidad no lucrativa; y las ONG la falta de formación de los voluntarios o la excesiva preoucpación de la empresa por su imagen.
Precisamente en este campo, el de la comunicación y la imagen, el director general de Coooperación Internacional ONG Rafael Herraiz, ha apuntado que “una buena forma de implicar más a la dirección, los empleados, etc, en el voluntariado es hacer un esfuerzo por buscar buenas historias, que existen, -ha subrayado- y contarlas bien. Las historias personales que nos han llegado por ejemplo con ocasión del drama de los refugiados o del terremoto de Ecuador, son una buena muestra del potencial que tiene la historia personal sobre la estadística. Ambas formas se complementan y son importantes –ha puntualizado-. El informe nos facilita un marco lógico, intelectual para la toma de decisiones. Y las historias nos bajan al marco emocional, que no es el único, pero también tiene su papel”.
Begoña Barberá, responsable de Proyectos Sociales de Iberdrola, ha remarcado el gran valor del voluntariado y la responsabilidad que las empresas tienen en este campo: “La mejora de la sociedad es cosa de todos y las empresas también tienen que actuar”. Considera además que estudios como este son una herramienta básica para la búsqueda de la excelencia al implantar un programa de voluntariado corporativo.
Por su parte, Benedetta Falletti, coordinadora de Voluntare, ha señalado el valor añadido que aporta este informe frente a los anteriores, por el salto que ha dado a Latinoamérica, ya que “tenemos mucho que aprender unos de otros”.
El trabajo ha sido realizado bajo la dirección de Cooperación Internacional ONG, Iberdrola y Voluntare, y con la colaboración de la Universidad Austral como coordinador académico, con la ilusión de fomentar el voluntariado como “fuente de fortaleza, resiliencia, solidaridad y cohesión social para la comunidad” (Ban Ki Moon). Consciente de esta realidad, Cooperación Internacional ONG apuesta fuerte por esa importante serie de valores, a través de su línea de trabajo en Voluntariado Corporativo. Y, para que se conozca mejor y se lleve a cabo con mayor alcance y eficacia, coordina estos informes, desde el Observatorio de Voluntariado Corporativo.
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