Unilever ha reducido a la mitad el total de sus emisiones de CO2 en el conjunto de sus centros de producción europeos desde 2008, lo que supone un ahorro de más de 330.000 toneladas de dióxido de carbono.
Según informa la compañía, este «hito» supone «un importante paso para convertirse en una compañía carbono positivo en el 2030», objetivo de Unilever anunciado en el marco de la pasada Conferencia sobre el clima (COP21) celebrada en París a finales del pasado año.
Alcanzar este objetivo en 2030 supondrá ventajas como un menor coste de operaciones, una mayor y mejor flexibilidad en términos de suministro energético, así como una relación más cercana con los consumidores, según explica la compañía, que recuerda que el cambio climático y sus efectos negativos preocupan tanto a empresas como a consumidores y, por este motivo, la acción de las compañías «es clara».
Caso de España
En España, Unilever ha reducido cerca de un 30% las toneladas de emisiones de CO2 generadas en transporte desde 2012, así como un 100% en almacenaje. Las principales acciones se han dirigido al transporte, aplicando medidas como el uso de camiones con doble temperatura y optimizando las rutas y las cargas intermodales de ferrocarril. Además, Unilever España ha empezado a trabajar con furgonetas verdes o ecológicas.
En cuanto a almacenaje, los colaboradores de Unilever España han obtenido el certificado de energía renovable en los años 2013 y 2014 y han conseguido en 2015 distribuir sus productos con un 0% de emisiones de CO2.
Según ha comentado la directora de Comunicación Corporativa de Unilever, Ana Palencia, no sólo se ha avanzado en la reducción de emisiones de CO2, sino que se ha disminuido «en un porcentaje de doble dígito» el consumo de agua y de energía desde 2008.
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