Empleados de la empresa Vielca Ingenieros han donado días de su sueldo para colaborar con un proyecto solidario en El Salvador. Se trata de una iniciativa de la ONG Polígono Industrial Don Bosco, que recoge a jóvenes expresidiarios que deciden abandonar la violencia para darles una formación. Este programa también anima a los exreclusos a realizar una actividad profesional que les permita reintegrarse en la sociedad.
La aportación a esta ONG se inició años atrás y se materializa cada año a través del programa ‘Días Solidarios’, por el que los empleados de Vielca destinan de forma voluntaria uno, dos o tres días de su sueldo a este proyecto solidario. La empresa, por su parte, aporta la misma cantidad que sus trabajadores.
Promovido por el sacerdote salesiano español, José María Moratalla –a través de la Fundación Educación y Trabajo (EDYTRA)–, el polígono cuenta entre sus infraestructuras con un internado, instalaciones deportivas, pequeñas empresas para que los jóvenes realicen prácticas y aulas para la formación en distintas carreras a las que recientemente se han incorporado los estudios de música, danza y pintura.
La apuesta del Padre José María consiste en dar formación a estos jóvenes para que puedan incorporarse a la vida laboral, mediante el aprendizaje de un oficio que les permita trabajar y tener una vida digna. El polígono se ha construido gracias al empuje de este sacerdote, sobre un antiguo vertedero, y actualmente es un centro de formación de reconocido prestigio en todo El Salvador.
El gerente de Vielca, Vicente Candela, considera que «la formación es la mejor herramienta de lucha contra la pobreza, y esta aportación puede suponer una oportunidad para los jóvenes salvadoreños».
Candela conoce al Padre ‘Pepe’ Moratalla desde hace muchos años, cuando fue alumno suyo en Los Salesianos. De esta relación surge la idea de colaborar con su proyecto, que ha conseguido que más de dos mil jóvenes (provenientes de pandillas, niños de la calle en riesgo social u otros con medidas cautelares) han recibido formación en los talleres del polígono y, posteriormente, hayan fundando sus propias pequeñas empresas.
UNA IGLESIA PARA EL POLÍGONO
En paralelo a esta iniciativa, la ingeniería Vielca ha puesto a disposición de esta ONG de forma altruista los conocimientos de sus ingenieros para la construcción de una iglesia que completará las actuales instalaciones del polígono. El templo tendrá una capacidad para mil plazas, además de la sacristía, despachos, un confesionario, almacén y una capilla para ochenta personas. La construcción de la iglesia está previsto que finalice a principios de 2017.
La vinculación de Vielca con El Salvador viene de atrás. Desde 2006 desarrolla proyectos de potabilizadoras, abastecimiento, saneamiento y carreteras para mejorar las infraestructuras del país y reducir las enfermedades producidas por la falta de agua potable. Recientemente, Vielca ha llevado a cabo la realización de un inventario de más de 2.000 instalaciones de agua potable y saneamiento repartidas por todo el país.
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