Kutxabank ha publicado la memoria de sostenibilidad correspondiente al ejercicio de 2014, que ha sido verificada y evaluada por AENOR y GRI (Global Reporting Iniciative) conforme a los criterios de su Guía G3.0 para la elaboración de memorias de sostenibilidad. El informe ha sido catalogado con el nivel de aplicación A+, lo que implica que desarrolla e informa de la forma más exhaustiva sobre todos los asuntos relevantes con impactos significativos de sus actividades desde el punto de vista social, económico y medioambiental.
Con esta memoria anual el Grupo financiero mantiene su compromiso de comunicar de forma rigurosa y transparente los logros obtenidos en materia de responsabilidad social. Kutxabank es heredera de la trayectoria de vanguardia que, durante décadas, han desarrollado en este ámbito BBK, Kutxa y Vital.
El Grupo financiero es una de las pocas entidades que conserva el principal rasgo de personalidad de las antiguas cajas de ahorros, ahora convertidas en Fundaciones bancarias. En ese sentido, convierte en dividendo social una parte de su beneficio anual. De hecho, es la única entidad vasca que retorna 45 millones de euros a la sociedad a través de las Obras Sociales que gestionan las Fundaciones Bancarias accionistas. Esta cifra se eleva hasta los 128 millones de euros desde la constitución del Grupo bancario en 2012.
Un referente de buenas prácticas en RSE
Los valores y compromisos corporativos de Kutxabank se reflejan tanto en la dimensión interna como externa de la actividad, en la relación que mantiene con sus clientes, la sociedad, la plantilla, el entorno medioambiental y el conjunto de empresas e instituciones con las que colabora.
Las relaciones laborales se sustentan en un modelo que promueve la igualdad de oportunidades, el respeto por las personas, su diversidad e integridad. Kutxabank
mantiene una vigilancia activa de los riesgos laborales y revisa las condiciones laborales de manera comprometida con la conciliación de la vida profesional y la vida personal.
Dentro de la apuesta que mantiene por la formación continua de todo su equipo humano, cuenta con una Escuela de Desarrollo Directivo, cuyo impulso es una apuesta por la mejora de las competencias de liderazgo y gestión de la plantilla, así como por el fomento de la cohesión y el conocimiento organizativos.
En materia medioambiental, desarrolla una actitud proactiva en la protección del entorno, la prevención de la contaminación y la degradación ambiental. Realiza un importante esfuerzo en minimizar al máximo posible el impacto ambiental de su actividad, con controles periódicos de los consumos de energía, agua y papel. Compensa las emisiones de CO2 a través de la colaboración en diferentes proyectos ambientales y el apoyo a proyectos empresariales comprometidos con la sostenibilidad.
Las relaciones profesionales con empresas e instituciones se basan en la ética, así como en el cumplimiento de la normativa laboral, fiscal, ambiental y prevención de riesgos. Sobre una relación que se asienta en la confianza mutua, la trasparencia y el diálogo bidireccional, la entidad trata de avanzar en la tracción de empresas y aliados institucionales hacia la implantación de buenas prácticas en materia de Responsabilidad Corporativa, en especial en el ámbito de los desempeños sociales, laborales y ambientales.
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