Esta semana se ha celebrado en la Subdelegación de Gobierno de Málaga la jornada ‘Diversidad, RSE e integración laboral de mujeres en riesgo de exclusión’, organizada por la Fundación Adecco, tras recibir una subvención de más de 45.000 euros procedentes de fondos europeos para el desarrollo de su proyecto en tres comunidades autónomas y en beneficio de 75 mujeres.
En este encuentro se ha puesto de relieve el valor que aportan las mujeres en las organizaciones, concretamente aquellas que atraviesan situaciones de especial riesgo de exclusión, como la violencia de género o el hecho de encabezar una familia monoparental.
El evento fue inaugurado por el secretario general de la Subdelegación del Gobierno, Luis Abreu, quien señaló que el compromiso del Estado «es claro a la hora de hacer políticas activas para los más desprotegidos desde el punto de vista económico, social y laboral».
En este sentido, proyectos como el de Adecco contribuyen a eliminar los obstáculos que se encuentran determinados colectivos, en este caso las mujeres en riesgo de exclusión, apuntó el secretario general, quien concluyó felicitando a los impulsores de este proyecto y destacando «la necesaria colaboración entre la iniciativa pública y la privada para proteger a los más desfavorecidos».
Por su parte, la jefa de Unidad contra la Violencia sobre la Mujer del Ministerio de Sanidad, Servicios, Sociales e Igualdad, Elena Mendoza, destacó iniciativas como ‘Empresas para una sociedad libre de violencia de género’, que implica a las compañías y a sus empleados, pero también a clientes y proveedores, para colaborar en la lucha contra esta lacra.
Mendoza recordó que desde el Gobierno se combate la desigualdad entre hombres y mujeres a todos los niveles, y el laboral es uno de ellos, haciendo especial hincapié en las víctimas de malos tratos.
A continuación, el coordinador de la Fundación Adecco en Málaga, Miguel Ángel de Pedro, profundizó en el concepto de diversidad, ámbito en el que las mujeres tienen «mucho que aportar»: «las víctimas de la violencia de género o aquellas que tienen responsabilidades familiares no compartidas ven reforzados valores que se convierten en garantía de éxito cuando se trasladan a la empresa».
«Huyendo de estereotipos, en términos generales, buscan la estabilidad y desarrollan una alta fidelidad al proyecto, con lo que su compromiso es muy alto –aseguró–; además, suelen tener una visión muy largoplacista, que repercute en la buena marcha de la organización».
TESTIMONIOS
Por último, la jornada contó con testimonios en primera persona: la empresa Clece Andalucía, integradora de mujeres en riesgo de exclusión, y dos representantes de la Asociación de Mujeres Supervivientes de la Violencia de Género, que participa, además, en el proyecto EEA Grants.
María Dolores Cruz, responsable de Clece Andalucía, subrayó el valor que aportan al mercado laboral los colectivos más desfavorecidos dado su compromiso, una de las razones por las que desde esta empresa «trabajamos muy activamente en la inclusión de personas en riesgo de exclusión a través de cinco colectivos diferentes».
En concreto, discapacitados, menores, personas sin hogar, mujeres víctimas de violencia de género y mayores. «Los colectivos vulnerables son una prioridad en la selección del personal de Clece», ha indicado Cruz.
El Mecanismo Financiero del Espacio Económico Europeo o EEA Grants es la contribución de Noruega, Islandia y Liechtenstein para reducir las desigualdades económicas y sociales y fortalecer la cooperación con los países beneficiarios –Bulgaria, Croacia, Chipre, España, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Grecia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, República Checa y Rumanía–.
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