Durante la sesión de marzo del Consejo de Derechos Humanos también se celebró un Panel de Alto Nivel sobre la Pena de Muerte, que ha permitido seguir manteniendo la lucha contra la pena de muerte «en un lugar prominente de la agenda mundial, algo necesario en una coyuntura en la que se constatan serios y preocupantes retrocesos en varias regiones del mundo».
Según informó Exteriores, se han debatido cuestiones de «especial relevancia» desde el punto de vista geográfico, así como desde la vertiente de la defensa de los derechos humanos en países como Siria, Iraq, Myanmar, Corea del Norte, Irán, el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, asentamientos de Israel en territorios ocupados, Haití, Guinea, Mali y Libia.
Por otro lado, desde un punto de vista temático, España ha copatrocinado resoluciones sobre derechos económicos, sociales y culturales, libertad religiosa o de creencias, derechos del niño, derecho a la privacidad, Programa Mundial de las Drogas, derecho al trabajo, democracia y Estado de derecho, derechos humanos y medio ambiente, derecho a la alimentación, derechos culturales, registro de nacimiento y prevención del genocidio.
Por último, apoyó declaraciones sobre protección de las minorías religiosas en Oriente Próximo, de condena de la destrucción del patrimonio cultural, sobre el Día Internacional de la Mujer, extremismo violento, Sudán del Sur y Ucrania.
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