El 75% de los firmantes del Pacto Mundial gestionan la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como una oportunidad y no un riesgo, según se desprende del análisis de los Informes de Progreso presentados por sus entidades firmantes de España, hecho público por noveno año consecutivo.
En el caso de este último documento hace referencia a los informes presentados en el año 2014. En ese ejercicio, un total de 685 entidades han reportado al Pacto Mundial en materia de sostenibilidad, de los que un 22% (155 entidades) han seguido el formato del Informe de Progreso, exclusivo del Pacto Mundial.
Este año, un 8% de los documentos publicados en España han obtenido el rango de ‘advanced’, el nivel de mayor calidad en el reporting. Las cifras convierten a la Red Española en la líder de las 86 existentes en reporting, tras aportar el 15% de los informes ‘advanced’ de todo el mundo, y el 13% del total de informes de la iniciativa a nivel mundial.
Una de las novedades de este año ha sido el cambio de enfoque del Informe de Progreso, que ha pasado a estar organizado por los desafíos que cada organización aborda respecto a sus grupos de interés relevantes, lo que permitirá en el medio plazo abordar objetivos de manera colaborativa, dando cumplimiento a la agenda de desarrollo Post 2015 de Naciones Unidas, que se dará a conocer en septiembre.
Por otro lado, el bloque temático del Pacto Mundial más trabajado ha sido el de derechos humanos. Las grandes empresas centran su trabajo en la formación al empleado, mientras que las pymes miran más la satisfacción del cliente. En ambos casos, predomina la preocupación por la salud laboral.
En el campo de los aspectos laborales, la gran empresa destaca por su trabajo en materia de igualdad de género, mientras la pequeña ha trabajado más la conciliación. Sin embargo, todas las entidades coinciden dentro del capítulo del medio ambiente en haber hecho los mayores esfuerzos en impulsar la sensibilización medioambiental, toda vez que las grandes empresas también han trabajado e identificar los aspectos ambientales del entorno donde opera.
Del mismo modo, según el tamaño de las organizaciones, se observan diferencias en el ámbito de la transparencia ya que, según sus informes de progreso, las grandes empresas continúan centrando su gestión de la transparencia y el buen gobierno en la creación de políticas formales, mientras que medidas concretas «aún están por abordar» por la mayoría de las entidades. Mientras, la pyme se ha mostrado más preocupada por la transparencia en el ejercicio de la actividad con los clientes, según concluye el estudio.
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