Signo editores se ha unido a la recogida de tapones de la Fundación SEUR. De esta manera, la editorial colaborará para conseguir que familias sin recursos puedan acceder a tratamientos médicos o aparatos ortopédicos que necesitan sus hijos y que no están reglados en el sistema sanitario.
La editorial ha instalado en su sede centraldos recipientes para que los empleados depositen los tapones de los envases que utilicen durante la jornada laboral y también, los que puedan tratar de su entorno. Posteriormente, los repartidores de SEUR realizan la recogida aprovechando sus visitas a la central.
El proceso final del reciclaje se lleva a cabo en la planta ACTECO, empresa especializada en reciclaje recibe todos los tapones y entrega directamente a las familias la cuantía económica correspondiente al material entregado.
A través de la campaña Tapones para una nueva vida, la Fundación SEUR ha conseguido en tres años ayudar a 90 niños, que han recibido más de 700.000 euros mediante el reciclaje de 3.108 toneladas de tapones.
«Desde Signo editores mostramos todo nuestro apoyo a Fundación SEUR por la labor que están realizando para conseguir que familias con problemas económicos puedan acceder a los tratamientos que necesitan sus hijos. Nosotros también vamos a colaborar con la recogida de estos tapones, que es un pequeño gesto con el que se consigue mucho«, detalla el presidente de Signo editores, Manuel Rueda.
Por su parte, el presidente de la Fundación SEUR, Ramón Mayo González, añade: «Gracias a alianzas tan positivas como esta que hacen que crezcamos en nuestro compromiso social, podemos seguir ayudando a la infancia más desfavorecida”. Ramón Mayo destaca, además, que aprovechar una “red como la que tenemos para ponerla al servicio de la solidaridad ha sido uno de los grandes hitos de la Fundación y agradecemos a Signo editores que nos acompañen en esta andadura para la infancia más necesitada. Asimismo, no hay que olvidar que la contribución de esta campaña también favorece a la preservación el medio ambiente, pues con cada tonelada que reciclamos de tapones de plástico se evitan 1,45 toneladas de gases tóxicos, ya que ese plástico no hay que volver a fabricarlo».
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