Concluye así el informe del comité de la ONU tras su estancia en España, durante diez días en los que han visitado Madrid, Sevilla, Bilbao, Vitoria y Pamplona para evaluar el progreso realizado en la eliminación de la discriminación de la mujer.
La directora del grupo de trabajo, Frances Raday, ha destacado la infraestructura legal e institucional «innovadora para la igualdad de género» que posee España, afirmando que, antes de la crisis económica, este mecanismo «había comenzado a aportar beneficios significativos para las mujeres».
Raday ha señalado que se cuestiona si este proceso está adecuadamente estancado o en un estado de regresión. «Hay indicios de que el sistema no ha resistido las presiones y las políticas adoptadas».
Violencia de género
A pesar de los «considerables esfuerzos» de las instituciones, ha destacado, la violencia de género en España sigue siendo «alarmante». El año pasado hubo 125.000 casos denunciados en España y un total de 54 mujeres asesinadas por sus parejas, algunas a pesar de las reiteradas peticiones de la mujer para su protección y retirada de los derechos a la visita y custodia.
Las mujeres en situación de vulnerabilidad, como las mujeres rurales, con discapacidad, pobres, migrantes o lesbianas «siguen estando expuestas a múltiples estereotipos discriminatorios».
Trabajo a tiempo parcial
La delegación del grupo de trabajo ha manifestado que «las medidas esenciales para el emprendimiento socio-económico de las mujeres se han visto socavadas» y ha recordado que las mujeres constituyen alrededor del 70% de los trabajadores a tiempo parcial en España, de las cuales, «casi el 60% de ellas dicen que han sido incapaces de encontrar empleo a tiempo completo».
En muchas comunidades autónomas, «las instituciones y servicios esenciales para la conciliación de la vida personal y laboral han sido reducidas, lo que restringe las oportunidades de las mujeres y obliga a algunas a regresar a los papeles tradicionales en el hogar».
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