Cruz Roja Española y Fundación Secretariado Gitano (FSG) han presentado este martes los resultados de la primera edición del programa ‘Aprender Trabajando’, gracias al cual 553 jóvenes en situación de exclusión social han realizado un itinerario formativo con prácticas laborales en empresas y 289 han logrado un empleo en la misma empresa en la que se habían formado.
La iniciativa, financiada por el Fondo Social Europeo y Obra Social La Caixa, va dirigida a estabilizar y crear oportunidades de futuro en familias en situación de grave exclusión social, seleccionadas por FSG y Cruz Roja de entre las personas que atienden, al tiempo que se trabaja para mejorar la empleabilidad de los jóvenes de este colectivo, según han explicado los responsables de ambas organizaciones.
El criterio de selección de los participantes, según ha explicado el coordinador general de Cruz Roja Española, Antoni Bruel, se realiza en base a las familias que precisan de una atención «más urgente». «Muchas de ellas son familias de cuatro miembros con unos ingresos mensuales que no llegan a los 500 euros», ha especificado.
De entre estas familias, el programa selecciona a los hijos jóvenes con una mejor disposición para aprovechar el itinerario formativo que ofrece para impartir, por un lado, un módulo educativo orientado a potenciar sus capacidades personales y, a partir de ahí, trabajar en una de las casi 100 empresas de los sectores de comercio y almacenamiento, restauración, industria alimentaria y de mantenimiento que participan en la iniciativa para desarrollar sus habilidades laborales.
En total, 672 jóvenes han participado en la primera edición del programa (la segunda edición ya está en marcha), de los cuales 331 son mujeres (el 31 por ciento de ellas en situación de «dificultad social»), la mayoría (85 por ciento), menores de 25 años y cerca de la mitad (el 42 por ciento), de etnia gitana, según los datos ofrecidos por el director de FSG, Isidro Rodríguez.
157 CONTINUARÁN ESTUDIANDO PARA OBTENER LA ESO
Del total de participantes, 553 han logrado realizar el itinerario formativo propuesto por los organizadores del programa y 289 han logrado un empleo en las mismas empresas en las que lo han realizado. Además, 157 de ellos han tomado la decisión de continuar formándose para obtener el título de la ESO, dado que el 59 por ciento de los participantes tenía únicamente estudios primarios, o carecía incluso de ellos.
Además, durante el proceso de formación (tutorizado por un empleado de la empresa en la que trabajaban) el programa entregaba mensualmente una dotación de 350 euros a las familias para «estabilizar» en alguna medida su situación económica y favorecer que, de este modo, la formación recibida por uno de sus miembros pueda prosperar.
Así, los impulsores de ‘Aprender Trabajando’ calculan que la iniciativa, de seis meses de duración, ha beneficiado a un total de 2.300 personas entre los jóvenes que han mejorado su empleabilidad y las familias que, no solamente se han beneficiado de la dotación económica, sino que lo harán también de la mejora de oportunidades de uno de sus miembros, según han explicado.
TRABAJADORES A MEDIDA
Por su parte, los responsables de algunas de las empresas que han participado en el programa aseguran que, además de los beneficios derivados de desarrollar acciones de RSC, valoran la posibilidad de incorporar trabajadores «formados casi a medida» para los puestos que necesitan cubrir.
Según la responsable de Leclerc, Marian Béjar, los jóvenes que se incorporan a las empresas «cuando empiezan el programa son verdaderos niños, sin experiencia laboral, y a los que un simple horario les parece un mundo; pero cuando terminan son adultos perfectamente capacitados y disciplinados para trabajar».
De hecho, ha valorado el hecho de que, además de las contrataciones, el programa permite crear una bolsa de personas a las que recurrir cuando se producen «picos de venta» en determinados periodos del año.
Por otra parte, han valorado también la atención de los responsables del programa a la hora de formar y ayudar a sensibilizar a los directivos y trabajadores de las empresas que acogen a los jóvenes en periodo de formación para mejorar la integración de estos, atendiendo al hecho de que proceden de contextos de exclusión sociolaboral.
El representante de Conforama (una de las empresas participantes), Miguel Fierro, ha explicado el trabajo para deshacer los «clichés» dentro de la plantilla de los trabajadores ante la perspectiva de incorporar a 16 jóvenes de etnia gitana en periodo de formación.
«Si no, lo que piensa la gente casi sin querer es que al día siguiente ya no hay tienda. Si no preparamos a los colaboradores esto hubiera fracaso», ha explicado.
En cambio, ha señalado que, gracias al taller de sensibilización, a la acogida por parte de la empresa y a la buena disposición de todos los jóvenes participantes en el programa, «cuando terminaron la formación el sentimiento de pertenencia era tan alto que se organizó una cena de despedida» y ocho de ellos fueron contratados.
«Lo que hemos conseguido no es solamente que tengan trabajo sino incluir en nuestra clientela a personas de ese mundo. ¡Eso es la leche, encima estamos haciendo negocio!», ha explicado Fierro.
DOS EDICIONES MÁS DE ‘APRENDER TRABAJANDO’
Tras la primera edición del programa, sus responsables han explicado que la previsión es realizar dos ediciones más, la primera de las cuales ya está en marcha, gracias a la financiación del Fondo Social Europeo (FSE) y de Obra Social La Caixa. «Quién sabe si después habrá más», han apuntado.
Aún así, tanto los responsables de las organizaciones como la subdirectora general de la unidad administradora del FSE, Olga Robles, han subrayado que la iniciativa se enmarca dentro del plan de inversión del organismo europeo para el periodo 2007-2013, y que supone un «modelo» del tipo de inversión que pretende la CE para el próximo periodo.
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