El Programa de Microdonaciones que Caprabo desarrolla con los Bancos de Alimentos se ha traducido en más de 2 millones de comidas en el último año. Caprabo entrega a la red de entidades de los bancos de alimentos aquellos productos que dejan de ser aptos para la venta pero que son aptos para el consumo, diariamente, desde sus 364 supermercados. De esta forma se da el máximo aprovechamiento a los alimentos y, por lo tanto, más personas en situación de dificultad se pueden beneficiar.
La iniciativa, que se puso en marcha en 2011, persigue lograr el mayor aprovechamiento de pequeñas cantidades de alimentos que se retiran de las tiendas al no ser indicados para la venta por diversos motivos (roturas, abolladuras, cercanía de la fecha de caducidad… por ejemplo) pero que son aptos para el consumo.
Más de 250 entidades implicadas
El proyecto, iniciado en Barcelona con la Fundación Banco de Alimentos, es de gran envergadura e implica a los 364 supermercados de Caprabo en Cataluña, Madrid y Navarra, los Bancos de Alimentos de Barcelona, Tarragona, Lleida, Girona, Navarra, Madrid, y más de 250 entidades sociales que se encuentran en la red de entidades registradas y colaboradoras de los Bancos de Alimentos. Es un proyecto integral de colaboración pensado, desarrollado e implementado de forma conjunta aportando la experiencia en distribución de Caprabo y la red social local de los Bancos de Alimentos.
La iniciativa supone una importante labor de coordinación entre los diferentes Bancos de Alimentos, las entidades benéficas y Caprabo.
Una metodología propia
Previamente a la puesta en marcha de la iniciativa en las tiendas, la Fundación y Caprabo trabajaron en su diseño, el establecimiento de la metodología y las fases de implementación. Establecieron cuestiones como la documentación acreditativa, la adecuación de los sistemas informáticos, los parámetros de aplicación de la normativa de calidad, los sistemas de control de procesos, además de la formación de los trabajadores y de las entidades receptoras.
El proyecto cobra importancia porque consigue el aprovechamiento de alimentos con un sistema de entrega rápido y garantizado. Los alimentos son recogidos directamente por entidades beneficiarias de Bancos de Alimentos en el mismo supermercado, por lo tanto, no es necesario enviarlos al almacén central de los Bancos. De esta manera se reduce el tiempo de entrega y facilita su consumo inmediato. Esta línea de trabajo permite, además de aprovechar los alimentos, reducir residuos, lo que supone una gestión más responsable de los alimentos. La iniciativa crea una cadena de solidaridad
alimentaria estableciendo un puente entre los alimentos, las necesidades sociales y la distribución de los productos a pequeña escala.
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