235.000 familias y 139.000 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo de toda España celebran este año su 50 aniversario. Hace medio siglo desde el nacimiento de FEAPS (Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual o del Desarrollo), y FEAPS Aragón, entidad miembro de FEAPS Confederación, ha querido celebrarlo este miércoles reuniendo a más de 175 personas en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza en sus Jornadas de Familias.
Este es el año de las familias de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, aquellas que, gracias a su unión y fortaleza, fueron levantando asociaciones en cada rincón de nuestra geografía con el objetivo de cubrir necesidades no satisfechas.
“No teníamos posibilidades de tener vida social, de salir a tomarte una cerveza tranquilamente y mucho menos trabajar”, ha explicado Pilar, madre de una persona con discapacidad intelectual, en uno de los cortos proyectados durante las Jornadas.
En el medio rural, la realidad en blanco y negro hace cuatro décadas era todavía más dura: “Como no existían recursos específicos, tenías que mandar a tus hijos a la capital entre semana. Al acabar el colegio los niños y niñas con discapacidad intelectual o bien iban a Zaragoza, o bien se quedaban en casa”, aseveraban dos familiares de Ejea y Calatayud en el mismo documental.
Sin embargo, algo cambió. “Un grupo de padres comenzaron a pensar de otra manera, y lo que es más importante, no se resignaron y decidieron actuar para cambiar las cosas ante la falta de expectativas para sus familiares”.
Así describía Santiago Villanueva (presidente de FEAPS Aragón) en la inauguración del evento, la principal motivación que hizo despegar el asociacionismo. “Una revolución” que nos ha llevado hasta el día de hoy. “Hemos pasado desde planteamientos sociales basados en la caridad hasta los planteamientos actuales en el campo del derecho”, precisaba Mario Puerto, Vicepresidente de FEAPS Confederación, quien también acompañaba a Villanueva en la mesa.
Junto a ellos, Lorenzo Torrente, presidente de Atades Huesca, ha querido mirar al futuro en su exposición: “no podemos depender de colores o circunstancias como las actuales. No hablamos de temas puntuales, hablamos de vida para toda la vida. Tiene que haber una seguridad de que las personas con discapacidad intelectual van a contar con el apoyo de toda la sociedad”.
Tras la inauguración, dos representantes de las familias navarras, han hecho entrega a una madre y un padre aragonés del “Libro viajero”. Este libro, que partió desde la Comunidad Valenciana, recogerá en su andadura por Huesca, Zaragoza y Teruel los deseos de futuro de numerosas familias, para partir a mediados de Julio hasta el País Vasco y seguir recorriendo todo el territorio nacional. “Deseo que mi hijo tenga un recurso donde vivir cuando nosotros ya no estemos aquí” o “Deseo fuerza para seguir luchando, porque solo así, juntos PODREMOS”, son frases que salpican ya este libro a su llegada a Zaragoza.
Acto seguido, 10 personas con discapacidad intelectual han leído a los presentes 20 derechos fundamentales recogidos en la Convención de la ONU sobre Derechos de las Personas con Discapacidad: “derecho a la igualdad, a la accesibilidad, a la vida, de acceso a la justicia, a la privacidad, al matrimonio, a la paternidad, derecho al voto…” Y a cada solicitud por alcanzar lo que ellos piensan que es justo, el aplauso del público.
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