Las dificultades de asumir el servicio de tierra de todo el grupo amenazan el pacto con la plantilla. El Gobierno sopesa sancionar a la compañía porque cree que actuó con pasividad en El Prat
El Ministerio de Fomento considera muy difícil llevar a la práctica el compromiso de Iberia con los trabajadores de asumir el handling (servicios de maletería y asistencia en tierra) de Air Nostrum y Clickair dada su dudosa legalidad. Esta complicación pone en peligro la consecución, en la reunión prevista para hoy, de un pacto con los sindicatos que permita pacificar el aeropuerto de El Prat.
Fomento encargó un informe a sus servicios jurídicos al recibir la petición ante las «serias dudas» que plantea una propuesta que llevaría a anular de hecho el resultado de un concurso por el que AENA –que depende de Fomento– adjudicó el servicio a tres competidores de Iberia.
«El ministerio no se puede sustraer a las adjudicaciones realizadas y si lo hace, los adjudicatarios podrían impugnar la decisión», señalaron con rotundidad fuentes del Palacio de la Moncloa, que no ocultaron su irritación con el comportamiento de la dirección de la aerolínea.
El Gobierno considera que la cúpula de Iberia, encabezada por Fernando Conte, ha actuado con pasividad ante la pérdida del handling en El Prat al considerar que el concurso vulneró un pacto no escrito con el anterior Ejecutivo del PP por el que la compañía iba a seguir manteniendo el servicio. El acuerdo formaba parte, según las citadas fuentes, del proceso de privatización pilotado por el entonces vicepresidente económico Rodrigo Rato.
El malestar del Ejecutivo por la inhibición de Iberia se traducirá probablemente en una «fuerte sanción» a la aerolínea por los hechos de la pasada semana que podría llegar a los importes máximos previstos en la normativa. La ley de seguridad aérea prevé multas de hasta 4,5 millones por infracciones muy graves.
Hasta ahora, AENA estudiaba como fórmula legal para permitir el autoservicio a Air Nostrum y Clickair la creación de una Unión Temporal de Empresas controlada por Iberia. El servicio de tierra a todo el grupo que exigen los sindicatos pemitiría que entre el 70% y el 80% de la plantilla siguiera en la aerolínea.
Con la nueva situación, la negociación del plan social cobra más importancia. Un grupo de unos 600 empleados podría resultar afectado por medidas alternativas al traspaso a una de las tres compañías adjudicatarias del servicio a terceros (Newco, Globalia y Flightcare).
La compañía cuantificó ayer la plantilla total en 1.800 trabajadores, una cifra que contrasta con la evaluación de 2.500 que hacen los sindicatos. Sostiene que el 66% (1.200 trabajadores) permanecerá en la compañía para realizar el autohandling gracias a la autorización ya concedida por AENA. El resto (617) son los empleados que realizan los trabajos para terceros y para Air Nostrum.
Las prejubilaciones que Iberia pondrá sobre la mesa serán probablemente a partir de los 58 años, mientras que las bajas incentivadas voluntarias tendrán como referente la indemnización de 35 días de sueldo por año de servicio que se pactó en otro plan en el 2001.
La negociación también incluye excedencias y recolocaciones internas en algunos servicios que no serán subcontratados, y la petición sindical de reorganizar la carga de trabajo ante la situación de «escasez de recursos humanos palpable» que afecta a la calidad del servicio.
La reunión se producirá con la amenaza de nuevos paros. La Coordinadora Independiente del Sector Aéreo (CISA) manifestó que esperarán a conocer la oferta de Iberia para decidir si convocan una huelga, y acusó a UGT y CCOO de haber incitado a la plantilla a bloquear las pistas. El sindicato CGT reiteró que no descarta un paro.
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