Las empresas de equipamientos están pasando por una fase más difícil de lo esperado, lo que se traducirá en "más de 5.000 supresiones de empleo" en Francia este año por el recorte en la producción de coches en el país, indicó el presidente de la FIEV, Armand Batteux.
"La situación es difícil porque sufrimos en particular la depresión de la producción automovilística en el territorio francés", explicó Batteux ante la prensa en el Salón del Automóvil de París.
El responsable de la Federación de Industrias de Equipamientos para Vehículos (FIEV) avanzó que con las perspectivas poco halagüeñas presentes, de aquí a 2010 el recorte de efectivos se situará "entre 10.000 y 15.000 personas".
En el primer semestre de este año, las ventas globales de las compañías de equipamientos que trabajan en Francia redujeron sus ventas en un 7,6% a 11.600 millones de euros, y eso después de haber disminuido un 3,3% en 2005.
Durante ese periodo, la producción de automóviles en Francia se ha reducido un 11%. Otro elemento agravante de la situación es el tirón del precio de las materias primas y la presión de los constructores para comprar las piezas a menor precio.
Batteux comentó que hay "un problema de vasos comunicantes entre los países de Europa occidental y los demás" y manifestó su deseo de que "los constructores hagan del desarrollo en los países de bajo costo una regla automática".
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