El nuevo presidente de Airbus, Louis Gallois, ha afirmado que el plan de ajuste del fabricante de aviones implicará supresiones de empleo de estructura pero no de la fabricación y se aplicará siguiendo un principio de equilibrio entre los diferentes países socios.
Gallois ha señalado que el plan de ajuste aprobado la semana pasada por su casa matriz EADS y que debe recortar los gastos de estructura en un 30% «evidentemente será doloroso porque habrá supresiones de empleo» y se replanteará el funcionamiento de las fábricas.
Ha asegurado que no hay todavía una cifra para la disminución de la plantilla ni dónde se hará porque «hay que discutir» pero ha avanzado que se realizará con «equilibrio entre los diferentes países» de forma que «no se pida todo a un país y nada a otro».
La crisis actual de Airbus, generada por los retrasos acumulados de dos años en las entregas del avión gigante A380 de un costo evaluado de 4.800 millones de euros hasta 2010, la ha atribuido a un «cuello de botella» industrial a causa del cableado del aparato.
El nuevo presidente de Airbus ha subrayado que frente al competidor estadounidense Boeing «el principal problema es la competitividad de los costos» debido a la depreciación del dólar frente al euro, y por eso la necesidad del plan de ajuste presentado por Streiff y aprobado la semana pasada por el consejo de administración de la casa matriz EADS, en la que Gallois se mantiene como copresidente.
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