Los trabajadores de la fábrica de Donuts-Panrico en Sevilla se movilizaron ayer en la capital hispalense para exigir a la Junta que se implique en este conflicto laboral con el objetivo de evitar el cierre de la planta sevillana.
El presidente del comité de empresa, José María Díaz, explicó a Efe que la administración se comprometió con los trabajadores a ayudarles en este proceso y hasta el momento ha incumplido esta promesa.
Los trabajadores han llevado ayer a cabo una concentración frente a la Casa Rosa, con motivo de la celebración del Consejo de Gobierno, y en el Palacio de Exposiciones y Congresos, donde la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el presidente andaluz, Manuel Chaves, inauguraron un congreso de mujeres rurales.
El representante sindical denunció que la empresa todavía no ha desvelado sus planes sobre si mantendrá abierta la fábrica de Sevilla o no y expresó el rechazo sindical al cierre.
Apostó por un plan de prejubilaciones voluntarias para los trabajadores que cumplen la edad que pacten las partes.
La empresa tiene una plantilla en Sevilla de unos 250 empleados fijos y unos cincuenta eventuales.
Los trabajadores tienen previsto realizar mañana otra concentración ante la puerta de la empresa en Sevilla y esperan recibir pronto una llamada de la Delegación provincial de Empleo de la Junta para tratar este asunto, según el presidente del comité.
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