La Dirección Internacional del Grupo Reckitt Benckiser anunció hoy que tomará las medidas legales que "sean necesarias y adecuadas a la situación", si en los próximos días no se recupera "de forma notable" los índices de actividad de la producción de la empresa, que "desde hace más de dos meses no alcanza el 10% de lo habitual".
En un comunicado, la compañía señaló que, a pesar de los "esfuerzos" realizados para crear "un clima adecuado para el diálogo y proponer alternativas de empleo", se mantiene la situación de "boicot a la producción".
La empresa, que hoy se reunió con los sindicatos, señaló que ésta es una "conducta laboral irresponsable" y está en contra "de una actitud favorable a llegar a acuerdos para resolver el cierre de la fábrica de la forma más satisfactoria posible".
Según explicó, desde que se anunció el traslado de la producción de la fábrica de Güeñes con el consiguiente cierre de las instalaciones, la "drástica" reducción de la actividad en los procesos de fabricación ha provocado "la cancelación de la práctica totalidad de los pedidos de clientes y consecuentemente una creciente precariedad de la situación económica de la planta".
"Ante este escenario que afecta gravemente a los legítimos intereses de la empresa, la Dirección de la Compañía se verá obligada a tomar las medidas legales oportunas si la situación no se corrige con prontitud", advirtió.
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