Un millar de personas se manifestó hoy en A Coruña contra el anunciado cierre de la fábrica de La Toja-Henkel en Culleredo y, en general, contra la desindustrialización de la comarca coruñesa.
Apoyados por CCOO, UGT y USTG, además de representantes del BNG, del PSdG y del PP, los manifestantes partieron de la plaza de la Palloza y expresaron su malestar con pancartas donde se leía «No al cierre» y «No a la desindustrialización de la comarca».
«Henkel y Xunta. Tenéis todos la culpa» y «No liquidación, queremos producción» fueron algunas de las consignas coreadas por los asistentes, que recordaron que, frente a los 885 millones de euros de beneficio del grupo Schwarkopf & Henkel, el cierre de la fábrica de Culleredo llevará a 153 familias «al precipicio».
El presidente del comité de empresa, Miguel Aguión, explicó a los periodistas que la plantilla está «peleando por sus puestos de trabajo y para que no se desmantele la fábrica», pero precisó que «no se cierra a ninguna propuesta industrial».
Se refirió así a la posibilidad de que un grupo gallego se haga cargo de las instalaciones de La Toja para poner en marcha otro proyecto empresarial, aunque los trabajadores aún no saben «qué podría ser».
El alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, tampoco quiso dar detalles de esta posibilidad hasta que no se concrete, pero aseguró que es «optimista, porque la respalda un grupo gallego serio y solvente».
Indicó que, de momento, esta empresa ya dispone de los datos de todos los trabajadores susceptibles de incorporarse a este nuevo proyecto, que serían los menores de 50 años de edad, y calculó que se podría colocar «a una parte importante» de la plantilla.
En cuanto a las tareas de la nueva compañía, reconoció que habrá empleados que deberán «modificar» sus perfiles, pero confió en que «no habrá problemas» al tratarse de trabajadores «jóvenes y con ganas de aprender».
Al mismo tiempo, Sacristán apuntó que una vez consolidado este nuevo proyecto en La Toja «podría incorporar nueva gente» a su plantilla.
Subrayó que la viabilidad de esta propuesta empresarial para La Toja «va a depender mucho» de lo que decida hacer Henkel con las instalaciones de Culleredo, que suman unos 60.000 metros cuadrados.
En su día responsables de Henkel Ibérica mostraron su «disposición» a facilitar que otro proyecto industrial se traslade a las instalaciones de La Toja.
Asimismo, el primer edil observó que parte de las infraestructuras existentes en la actualidad en Culleredo se deberían «desmontar y construir de nuevo».
La manifestación concluyó ante la Delegación del Gobierno en Galicia, donde el presidente del comité de empresa leyó una manifiesto a favor del mantenimiento de los puestos de trabajo y representantes de CCOO, UGT y USTG mostraron su apoyo a los trabajadores de La Toja y su rechazo a la desindustrialización de la comarca.
http://www.lavozdegalicia.es/se_galicia/noticia.jsp?CAT=102&TEXTO=100000118721
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