Los trabajadores de Sintel, la antigua filial de Telefónica vendida al empresario cubano Jorge Mas Canosa, que ayer celebraron la asamblea general anual, aprobaron de manera «unánime» la propuesta de realizar nuevas movilizaciones para exigir justicia al Gobierno.
Según confirmó un portavoz de Sintel, a la asamblea celebrada acudieron un total de 1.122 antiguos trabajadores de esta empresa que, tras su venta, dejó en la calle a más de 2.000 empleados directos y a otros 2.500 de las 23 empresas auxiliares.
«En total 960 personas han dado el sí a las movilizaciones que ha planteado Sintel de cara a los próximos meses y nadie ha votado en contra», aseguró el citado portavoz.
Además, el mismo portavoz confirmó que habrá movilizaciones «sorpresa» a lo largo de este año, si bien no precisó medidas concretas más allá de manifestaciones y protestas en las calles.
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