Los trabajadores despedidos por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en las fábricas de Primayor de Zaragoza y Calamocha (Teruel) han retomado las movilizaciones para reclamar a la empresa el pago de las indemnizaciones que les adeudan y presionar al Gobierno de Aragón y a la Inspección de Trabajo para que interceda.
El pasado 27 de enero se hizo efectivo el despido y los trabajadores cobraron el finiquito a la espera de las indemnizaciones, de 30 días por año cotizado con un tope de 15 mensualidades para 109 trabajadores, mientras que los 48 restantes -con más de 53 años- se prejubilaban con el 80 por ciento del sueldo hasta cumplir los 63 años.
Además de los 144 empleos directos de la fábrica de Zaragoza, el ERE llevó a cabo despidos en las de Calamocha, Mollerusa (Lérida), Albacete y Segovia.
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