Bayer reducirá la plantilla de la división farmacéutica en 6.100 personas, la mitad en Europa. La adquisición de Schering ha provocado el duro ajuste, que se aplicará en dos años, con unos ahorros de 700 millones de euros. La repercusión en España será limitada, afectando a 49 empleos, que podrían amortizarse con el traslado de la sede de Schering de Madrid a Sant Joan Despí (Barcelona).
La primera consecuencia de la integración de la alemana Schering en la organización de la también germana Bayer ha sido el recorte del 10% de la plantilla del grupo formado por 60.000 personas. Un total de 6.100 empleados de la división farmacéutica abandonarán el grupo en los próximos dos años para conseguir unos ahorros de 700 millones anuales a partir de 2009.
La mitad del recorte anunciado el viernes se realizará en Europa (3.150 personas). De estos, 1.500 se concretarán en Alemania, donde las dos compañías contaban con sus respectivas sedes. Bayer Schering Pharma, que mantendrá las oficinas centrales en Berlín, también reducirá su plantilla en Estados Unidos (EE UU), con un ajuste de 1.000 trabajadores, otros 1.200 entre Canadá y las filiales de Iberoamérica y 750 en la zona de Asia Pacífico y Japón. Por actividades, la reducción de plantilla afectará las áreas con más duplicidades, es decir las de administración e investigación y desarrollo (I+D), aunque también incluirá reducciones en las factorías. En concreto, los departamentos de administración experimentarán el ajuste más severo, con un recorte de 2.850 empleados, mientras que el área de investigación se adelgazará en 1.400 puestos de trabajo. Finalmente, al personal de las factorías se corresponderá una reducción de 1.850 personas.
La situación en España se verá poco afectada, según señaló un portavoz de Bayer. El grupo cuenta con un total de 2.400 trabajadores empleados (1.800 antes de la absorción de Schering). La división farmacéutica agrupa 1.300 personas, de las que la empresa sólo prescindirá de 49. Las mismas fuentes señalaron que prácticamente la mitad de este ajuste ya se ha realizado, 'puesto que las bajas que hemos experimentado en los últimos meses no se han cubierto porque preveíamos medidas de este tipo'. Bayer trasladará a la nueva sede de Sant Joan Despí (Barcelona) los puestos de trabajo de las oficinas de Schering en Madrid. Con este proceso de traslados, 'se podría dar el caso de que no tuviéramos que hacer ningún tipo de recorte si existen empleados que no quieren pasar a Barcelona', destacó el portavoz, que añadió que no quedarán afectadas las tres fábricas existentes en España. La división farmacéutica de Bayer cuenta con la planta de ácido acetilsalicílico (base para la producción de la aspirina) de La Felguera (Asturias). Además, Schering ha aportado dos centros en Coslada y Alcalá de Henares (que comparte con Juste). Con todo, el grupo alemán ya realizó el ajuste hace cinco años, cuando decidió cerrar la fábrica de Química Farmacéutica Bayer de Barcelona, traspasando la fabricación de aspirina a Alemania y externalizando parte la producción de pomadas al grupo catalán Kern.
Expedientes y cierres que afectan a 2.400 personas
Los dos primeros meses del año en curso han devuelto el protagonismo a los cierres y expedientes por deslocalizaciones o reestructuraciones empresariales, afectando un total de 2.400 empleos. Así, el viernes se confirmaron dos cierres de factorías de componentes de automoción en la zona de Barcelona, provocados ambos por el cambio de proveedor por parte de Seat. La filial de Volkswagen, aprovechó el paro de la factoría de Martorell (Barcelona) previsto para la semana próxima para notificar el cambio de suministrador a Copo Fehrer, fabricante de espumas para los asientos del modelo Ibiza. Así, Copo Fehrer decidió cerrar la planta barcelonesa de Vilanova del Camí, afectando a 47 empleados. Copo Fehrer, en procedimiento concursal, jubiló anticipadamente a 127 personas en 2006. Sólo 24 horas antes, SAS (fabricante del tablero de mandos del Ibiza) confirmó la misma medida en su factoría de Abrera (Barcelona). La producción de este centro, en el que trabajan 300 empleados, pasará a Peguform. A estos dos cierres hay que añadir el de Delphi en Cádiz, con la amenaza para 1.600 puestos de trabajo (más 2.400 indirectos) y el de Alcatel, con otros 310 trabajadores afectados. El grupo alemán Henkel también decidió en enero pasado el cierre de la planta gallega de La Toja, en la que trabajan 149 personas.
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