Integria, el área de actividad industrial de Renfe para el Mantenimiento y Fabricación de material ferroviario, tiene previsto constituir siete sociedades para la gestión de un total de 37 contratos para el mantenimiento compartido de los trenes con las empresas líderes del sector: Caf, Alstom, Talgo, Siemens, Bombardier, Vossloh y Albatros.
Estas alianzas, creadas bajo un modelo homogéneo de participación, en el que Renfe controla un 49% y el fabricante tiene el 51% del capital de la sociedad creada al efecto, generarán un volumen de negocio anual de 312 millones de euros.
Más importante aún que el negocio generado por las alianzas es el hecho que de esta forma se salvan los más de 4.000 empleos con que contaban los antiguos talleres de Renfe. Estos trabajadores, traspasados a Integria, recibirán una formación específica para sus nuevos cometidos. Renfe espera que las alianzas puedan estar en marcha en un año y a plena operatividad en tres o cuatro años.
El presidente de Renfe, José Salgueiro, ha hecho de esta estrategia uno de los ejes de su línea de actuación en el operador ferroviario. Renfe se ha marcado el objetivo de la rentabilidad y, por ello, es necesario que todas las áreas de la empresa produzcan resultados positivos, incluidos los talleres.
Con esta idea, Salgueiro aprovechó la experiencia anterior del operador en esta línea, ya que el primer acuerdo de este tipo (restringido a una serie concreta de trenes) data de la época de Miguel Corsini en la presidencia, en concreto del año 2001. Entonces, Renfe participó en un 20% de la fabricación y un 50% del mantenimiento. En años posteriores hizo acuerdos semejantes para contratos concretos y lo que ha hecho Salgueiro es profundizar en esta línea hasta hacer de ella una línea de negocio.
La tendencia a la reducción de la carga de trabajo de los talleres de Renfe comenzó en 1991, cuando la empresa inició una renovación del parque y una reducción del número de trenes. La carga de trabajo tradicional de los talleres consistía en el mantenimiento del material más obsoleto, que fue puesto fuera de servicio con la renovación del parque.
Al mismo tiempo, se puso en marcha una estrategia de externalización, por la cual, el mantenimiento de los nuevos trenes que se iban comprando se encomendaba a las mismas empresas privadas adjudicatarias de su fabricación.
Retirada de 447 trenes
Desde 2004 esta tendencia a la renovación del material se intensificó de forma exponencial. En el período 2005-2010 habrán entrado en servicio 505 nuevos trenes y se habrán retirado de la circulación 447 unidades obsoletas.
De seguir la tendencia anterior, el mantenimiento de estos 505 nuevos trenes hubiera recaído en su totalidad en la empresa privada y los talleres de Renfe habrían perdido, además, el mantenimiento de las 447 unidades retiradas. De ahí la necesidad de cambiar el modelo, porque quedarse fuera de la actividad de mantenimiento de los nuevos trenes hubiera supuesto una pérdida de carga de trabajo no para el presente, sino para los 25 años que cada tren tiene de vida útil.
La asociación con las empresas privadas permite a Renfe-Integria, además, no quedarse al margen del mercado de las nuevas tecnologías ferroviarias, que limitaría sus posibilidades de competencia, poniendo en serios aprietos la misma viabilidad del negocio en un entorno liberalizado.
En este contexto y hasta el momento, Renfe ha constituido tres sociedades mixtas: Nertus, creada con Siemens en marzo de 2002 y que ha ampliado capital a finales de 2006; Actren, sociedad mixta entre Renfe y CAF aprobada en el consejo de administración de Renfe celebrado el pasado 27 de julio que se encuentra en proceso de constitución, y Erion, sociedad entre Renfe y Vossloh España constituida en enero de este año.
Además, de estas tres sociedades mixtas, Renfe mantiene alianzas estratégicas con el resto de fabricantes (Alstom, Talgo, Bombardier y Albatros) para el mantenimiento conjunto de los trenes. El objetivo es constituir nuevas sociedades con todas estas empresas a corto plazo.
En el marco de cada alianza se está suscribiendo una serie de contratos, hasta un total de 37, con un plan de negocio independiente de gestión para cada unidad o modelo de material ferroviario, incluyendo la participación en proyectos externos a Renfe Operadora.
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