Miles de trabajadores de Airbus iniciaron el martes una huelga en las fábricas francesas del fabricante de aviones europeo en protesta contra un plan de reestructuración de la empresa que ha dominado la campaña presidencial en Francia.
Más de un centenar de autobuses transportaron a los empleados desde las fábricas de Toulouse al centro de esta ciudad en el sur de Francia para una manifestación contra los planes de Airbus de recortar 10.000 empleos en Europa, incluyendo 4.300 en Francia.
Unos 1.500 trabajadores se manifestaron bajo la lluvia en el pueblo de Meaulte, en el norte, contra la reestructuración, que pretende reducir costes tras las demoras en el proyecto del superjumbo A380.
"No está bien que una de las joyas de la tecnología europea esté dejando ir 10.000 empleos en los próximos cuatro años, mientras que su libro de pedidos está lleno para varios años", dijo al periódico Les Echos el presidente del sindicato CGT, Bernard Thibault.
La huelga está convocada solo para el martes, pero los sindicatos amenazan con otras medidas si el fabricante de aviones lleva a cabo despidos forzados, algo que prometió no hacer a menos que el panorama empeore en los próximos 12 a 18 meses.
En Alemania, los trabajadores que acudieron a la huelga la semana pasada reanudaron el lunes sus operaciones normales gracias a un acuerdo de pago de larga duración con la administración de Airbus.
La producción de aviones se vería seriamente afectada en ambos países si los trabajadores en Francia mantuvieran una huelga prolongada, dado que las fábricas francesas producen muchas partes necesarias para todo el grupo.
El futuro de la compañía se ha convertido en un asunto prioritario en la agenda política francesa. Tanto la candidata presidencial socialista, Ségolène Royal, como su rival de centroderecha, Nicolas Sarkozy, han exigido medidas para ayudar a la matriz de Airbus, EADS, aunque de diferente manera.
El ministro de Finanzas, Thierry Breton, dijo el martes que el Estado está listo para aumentar su participación en EADS si fuera necesario y reafirmó que seguiría apoyando cualquier incremento de capital en la empresa, seriamente afectada por las demoras del nuevo superjumbo de línea comercial, Airbus A380.
"El Estado continuará con los aumentos de capital si éstos son propuestos", declaró Breton en una entrevista con la radio Inter.
Breton indicó que cuando los accionistas privados de EADS Lagardère y DaimlerChrysler comenzaron las discusiones para reducir sus participaciones en 2005, les dijo en nombre del Gobierno que "no sólo que no vendería sus acciones, sino que se encontraba listo para aumentar su participación y continuar cualquier aumento de capital de ser necesario".
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