La empresa de componentes de automoción SAS, que suministraba a Seat hasta hace unos días el salpicadero de los modelos Ibiza y Córdoba, presentará el próximo martes el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para cerrar su planta de Abrera (Barcelona), donde trabajan unos 300 empleados.
Según han informado a Efe fuentes próximas a la compañía, la dirección de SAS tiene previsto entregar el próximo martes ante el departamento de Trabajo la documentación que justifica el cierre de la planta de Abrera y el despido de la plantilla, el mismo día en el que los sindicatos y los representantes de la empresa se reunirán para empezar a negociar las extinciones de contrato.
Los servicios territoriales del departamento de Trabajo de la Generalitat instaron el pasado lunes a la dirección de SAS a que en una semana justificase el cierre de su factoría de Abrera y el destino de la maquinaria enajenada en los últimos tres meses, ya que de lo contrario se trataría de un cierre ilegal.
La administración catalana también exigió a SAS a que la plantilla tuviera trabajo efectivo el próximo lunes, coincidiendo con la finalización del parón productivo en la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona), si no se presentaba la documentación que justificase el cierre.
De momento, los 300 empleados de SAS mantienen desde hace una semana un encierro indefinido, por turnos, en la planta de Abrera, después de que cesase la actividad a las 5.45 del pasado sábado, 3 de marzo.
De este modo, los trabajadores pretenden evitar que la dirección de la compañía se lleve maquinaria a otras plantas o la derive hacia Peguform, el proveedor que asumirá su producción a partir del lunes.
La plantilla se ha manifestado ya en varias ocasiones, la última de ellas el pasado jueves, delante de la consellería de Trabajo, ante un cierre que el comité de empresa -formado por seis miembros de CGT, cuatro de un sector disidente de CCOO y tres de UGT- ha calificado de "salvaje".
El cese de actividad de SAS se ha producido después de que Seat haya decidido adjudicar el salpicadero del nuevo modelo Ibiza, que se empezará a producir previsiblemente en la segunda mitad de 2008, al grupo Peguform, que tiene sus instalaciones dentro de la planta que la propia filial de Volkswagen posee en Martorell, y de que se rescindiese el contrato que vinculaba su actividad al actual modelo Ibiza y al Córdoba.
Para poder ofrecer un precio competitivo a Seat, Peguform ha aumentado en las últimas semanas su plantilla en Martorell con contrataciones de personal a través de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT) y con sueldos fijados por el convenio sectorial, consiguiendo unos costes laborales más ajustados que SAS.
El personal de esta última compañía se ha caracterizado por su combatividad, ya que en el pasado ha convocado movilizaciones que han planteado problemas de suministro a Seat en repetidas ocasiones.
La decisión de Seat de cambiar de proveedor se enmarca en la estrategia de la filial de Volkswagen de abaratar costes en todos los ámbitos dentro de un plan de futuro que incluye la comercialización de dos nuevos modelos -una berlina y un todoterreno- y un recorte de plantilla a través de bajas voluntarias que afectará a entre 1.200 y 1.600 personas, el 10% de la misma, aproximadamente.
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