La empresa de automoción SAS, proveedora de salpicaderos para Seat hasta el pasado 2 de marzo, presentó ayer formalmente un Expediente de Regulación de Empleo que afecta a un total de 210 empleados de los alrededor de 300 con que cuenta en su fábrica de Abrera (Barcelona), lo que supone el total de la plantilla de producción, según informaron fuentes sindicales y de la conselleria de Trabajo.
El comité de empresa de SAS recibió el documento del ERE en la delegación territorial de Trabajo en Barcelona, pero no aportó información complementaria a los representantes sindicales, según explicó a Europa Press el presidente del comité de empresa, Emiliano Jiménez.
SAS formalizó así el anuncio de cierre de Abrera que realizó el pasado 2 de marzo, tras perder el contrato con Seat para proveer a la filial de Volkswagen de salpicaderos en los modelos Ibiza y Córdoba. Desde entonces, la fábrica ha permanecido inactiva pese a que la Generalitat instó a la proveedora a dar trabajo a su plantilla mientras no presentase un expediente de cierre ante Trabajo.
Jiménez destacó este punto y mostró su esperanza de que "la Administración tenga en cuenta la ilegalidad previa a la presentación del ERE", precedido de "constantes irregularidades".
"No vamos a olvidar lo que ha pasado hasta ahora", señaló, a la vez que calificó de "un insulto más a la plantilla" las condiciones del ERE, que prevé indemnizaciones de 20 días por año trabajado hasta un máximo de 12 mensualidades, el mínimo que marca la ley.
La plantilla rechaza el ERE porque, entre otros aspectos, "no incluye un verdadero plan social ni recolocaciones en las condiciones actuales de la plantilla".
El presidente del comité de empresa lamentó que SAS ya "venía realizando despidos individuales en las últimas semanas", que la empresa achacaba a la reorganización de departamentos, y quedó a la espera de que la Administración sancione a la compañía por cerrar a la práctica antes de notificarlo oficialmente.
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