Los trabajadores de la británica Airwave, cuya venta acordó ayer la española Telefónica, amenazan con ir a huelga por considerar que el banco de inversión australiano Macquarie no ha ofrecido garantías de que vaya a mantener intactas las condiciones de sus planes de pensiones.
Fuentes del sindicato Communications Workers Union (CWU) aseguraron que se sienten "engañados" y consideraron un "escándalo" que Macquarie decidiera el futuro de los planes de pensiones de cientos de trabajadores a sólo una hora de cerrar la compra.
CWU indicó a Efe que a principios de la próxima semana decidirán si convocan la huelga después de reunirse con los empleados de Airwave, que fue vendida ayer por Telefónica a Guardian Digital Communications, propiedad de Macquaire, por un importe de 2.982 millones de euros.
"Los trabajadores están preocupados porque Macquarie va a cancelar sus planes de pensiones en seis meses y no han garantizado que los nuevos a partir de entonces vayan a mantener las mismas condiciones", explicaron las mismas fuentes.
Fuentes del banco de inversión aseguraron que los planes de pensiones de los trabajadores no se tocarán durante el próximo medio año y reveló que las aportaciones al nuevo plan que se prepare para entonces no serán menores que las actuales.
"Adelantamos que el nuevo plan de pensiones tendrá un paquete de aportaciones atractivo", agregó.
Airwave, que cuenta con 800 empleados, opera en el Reino Unido y cuenta con una red encriptada de alta seguridad que es utilizada por los cuerpos de seguridad y emergencia nacional, para lo que cuenta con un contrato con el Ministerio de Interior de 2.900 millones de libras (más de 4.300 millones de euros) y cuenta con 180.000 usuarios en este país.
Telefónica había anunciado a finales del año pasado su intención de venderla y se dijo entonces que el mercado la valoraba en unos 3.000 millones de euros.
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