En una tensa Asamblea General, el número uno de la empresa de telecomunicaciones germana, Rene Obermann ha anunciado que renunciará a dos meses de salario, en solidaridad con los miles de empleados que tendrán que aceptar más trabajo por menos salario.
Respecto a los accionistas, Obermann reconoce que los dividendos se han entregado con retraso y que ha tardado en arrancar la reorganización con el nuevo marco laboral para la plantilla de la empresa. En todo caso, es necesario cumplir con las exigencias de los inversores, que nos imponen una drástica reestructuración.
Para ahorrar costes y evitar una situación de suspensión de pagos, Deutsche Telekom transferirá 50.000 empleados a una nueva filial donde percibirán un salario menor por una semana laboral que aumentará a 38 horas. La principal empresa de telecomunicaciones germana se propone ahorrar por lo menos 4.200 millones de euros.
Deutsche Telekom sufre la deserción masiva de abonados a sus líneas fijas, a causa de la creciente competencia de otras operadoras, cuyas tarifas son mucho más económicas. Sus operaciones externas se resienten de la debilidad del dólar frente al euro.
En los últimos seis meses, la compañía ha publicado ya dos alertas sobre beneficios en caída.
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